Genealogía del querer
Narrativa. Cuando en 1918, Vanessa Bell (hermana de Virginia Woolf) y el pintor Duncan Grant tuvieron una hija, David Garnett (Brighton, Inglaterra, 1892-Montcuq, Francia, 1981), amigo de la primera y amante del segundo, les comunicó que se casaría con ella. No le tomaron en serio, aunque en el grupo Bloomsbury no se admitían estrecheces creativas ni morales. Llamaron a la niña Angelica y ésta no supo hasta bien tarde de ese entramado afectivo ni que era hija de Duncan y no de Clive Bell, el marido de su madre, que en un tiempo había cortejado a su tía Virginia, mientras su verdadero padre fue amante del brillante economista John Maynard Keynes o el excelente biógrafo Lytton Strachey. Complicaciones amorosas. Sí, Angelica se casó 24 años después con David Garnett, y como ella misma escribió en Una mentira piadosa, su estupenda autobiografía, tal vez él lo hiciera por "egotismo, egoísmo e incluso por venganza". No es extraño pues, ver en Formas del amor destellos del autor. Publicada en 1955, la novela destila memoria en el modo de entender las relaciones. Lees que una pareja está en el tren y que ya parecen amantes, pues ella, una joven actriz, se ha dormido y apoya tranquila la cabeza en el hombro de él, un muchacho que ha huido del colegio y está entusiasmado con la situación. Son Rose y Alexis y se dirigen a Pau, donde la familia de él posee una casa solariega. Más adelante se escuchará que ella es más Manon que Julieta. Frívola, apasionada y pragmática. La riqueza y la comodidad antes que el amor. Es decir: George Dillingham, el tío de Alexis, antes que el joven entusiasmado. Pasará el tiempo y estará Jenny, la hija de 14 años de Rose y George, que se enamorará de Alexis mientras éste deseará a la amante de su tío. Toda una genealogía del querer que lleva a unos y otros en brazos de los demás y lo hace atravesando el campo de minas de las relaciones amorosas. La novela contiene una vena tragicómica y el diálogo es abierto y directo entre quienes abrazan el complicado estamento amoroso, aunque todos ellos estén en permanente contienda. Formas del amor, deliciosa y ligera, contiene una fuerte carga de profundidad.
Formas del amor
David Garnett
Traducción de Marian Womack
Periférica. Cáceres, 2010
216 páginas. 17,50 euros
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