Un reto a la ingeniería naval
Hace unos años se hablaba de que teníamos la necesidad de adquirir buques rápidos para transporte, pero ahora el tema parece que está parado y sería precisamente el momento de activarlo para dinamizar la construcción naval, pues la de edificios está a la baja. La idea sería construir buques rápidos para transporte de contenedores y poder cruzar el Atlántico en tres días y medio, es decir, aproximadamente a una velocidad de 40 nudos. En el siglo XIX los clipper, que se movían a vela, alcanzaban a 17,5 nudos, por tanto sería un poco más que duplicar la velocidad después de 150 años; aunque hay referencias de buques de pasajeros como el Mauritania, que en el año 1908 navegaba a 26 nudos, o el Queen Mary en 1936, que daba los 30 nudos. De todas maneras, esto sería un reto para la ingeniería naval tanto de diseño como de propulsión para conseguir los clipper del siglo XXI. El astillero ya lo tenemos y, además, con unas de las mejores instalaciones de Europa y que están infrautilizadas. Me refiero al antiguo Astano (Navantia-Fene).
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