Ibrahimovic ya ni se entrena
El sueco, tras denunciar su relación con Guardiola, alega molestias en el tendón de Aquiles
"Si queréis algo, ya sabéis dónde estamos", le dijo Sandro Rosell, el presidente del Barcelona, a Adriano Galliani, el vicepresidente del Milan, al despedirse ayer al mediodía en el Camp Nou. Su postura fue de firmeza. Le dio a entender que está dispuesto a quedarse con Ibrahimovic si no se paga por él 60 millones de euros al menos. Oficialmente, Andoni Zubizarreta, el director deportivo azulgrana, negó tras el sorteo de la Champions en Mónaco que los dos clubes estén negociando. A su vez, el directivo Silvio Elías admitió que, dadas las circuntancias, lo mejor sería vender al sueco, pero insistió en que nunca por menos de 60 millones. Elías comentó que la idea es que Pep Guardiola trabaje con comodidad.
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El club italiano presiona al azulgrana 'retransmitiendo' todas las reuniones
En las oficinas de Arístides Maillol no se ha recibido ninguna oferta del Milan más allá del ambiguo mensaje del vicepresidente lombardo: "Estaríamos dispuestos a negociar por 30 millones y algún jugador". Galliani lleva dos dias en Barcelona escenificando un traspaso al más puro estilo italiano y amenaza con no volver a casa sin Ibrahimovic mientras va narrando cada paso que da a cuantos micrófonos encuentra. Al tiempo, encomienda al mánager de Ibra que acose a Guardiola y parece haber pactado con el propio jugador la estrategia con la que el sueco ha retado al Barça, primero de palabra y ayer mismo con hechos.
El miercoles por la noche, después de la disputa del Trofeo Joan Gamper, el delantero criticó a Guardiola acusándole de haber hablado con él solo dos veces en seis meses. "No me quiere y no se por qué. No habla conmigo", dijo Ibrahimovic. "Yo no recuerdo la última vez que hablé con el mister en su despacho", le respondió Alves. El capitán, Puyol, también habló ayer de Ibrahimovic. "No tenemos ningún problema con él", le defendió el central de la selección española. "Es un ejemplo. No tengo queja de él", apuntó Guardiola en la réplica al espigado delantero. "El problema no es haber hablado [solo] dos veces, sino otro", anunció el entrenador, que invitó a entrar en su despacho al sueco. La respuesta de Ibra fue no entrenarse ayer -ni vio a Guardiola- alegando unas molestias en el tendón de Aquiles.
Guardiola también dijo que en la reunión que mantuvieron el día que el equipo empezó la pretemporada, 45 minutos sin tensión, Ibrahimovic no le manifestó su intención de marcharse: "Pasó lo que os dije en su momento, nada más". Aquel día Guardiola explicó lo sucedido. "Le he visto bien, más grande", llegó a decir, de buen humor, tras el reencuentro con Ibra el día que comenzó el tercer curso del Barça con el catalán en el banquillo, segundo temporada del sueco . "Sí, se queda. He hablado con él y no quiere irse. Jugadores así de grandes eligen", añadió el técnico.
Parece que verse de suplente en la vuelta de la Supercopa ha trastocado la situación. Hasta entonces no hubo problema alguno con Ibra, más allá de que Guardiola, que intuía que los acabaría habiendo, solicitara al club que le buscara una salida.
Al Barcelona no le ha hecho ninguna gracia el estilo de negociación del conjunto italiano, al que solo le ha faltado grabar las charlas con Rosell. En El Raval, a las puertas del restaurante Cal Isidre, una nube de periodistas, la mayoría italianos, esperó el miércoles a primera hora de la tarde a que finalizara la comida oficial entre las directivas del Barça y el Milan, reunidas con motivo del Gamper. Comieron gazpacho, anchoas, jamón y un arroz caldoso -dice el Barcelona que a 65 euros por cabeza- y, con el mantel por testigo, Galliani deslizó su interés por un intercambio de jugadores. Rosell ni siquiera lo entendió como una oferta. Pero en la pagina web del Milan, Galliani declaró abiertas las negociaciones por Ibrahimovic.
"¿Eso ha dicho? Pues pregúntenle a él", respondió Zubizarreta, director deportivo azulgrana, en el descanso del partido. "El Barcelona no habla de negociaciones", añadió esgrimiendo una postura que mantuvo ayer en el sorteo europeo de Mónaco.
Ibrahimovic, que cobra 12 millones de euros anuales, no puede irse cedido al Milan, como intentó el club italiano, porque perdería los privilegios fiscales que le amparan: una retención del 23%, dado que, cuando firmó su contrato, estaba vigente la llamada ley Beckam. Por eso, y aunque no presenta una oferta concreta, Galliani dijo ayer que si Ibra se va al Milan será bajo un traspaso.
Igualmente el Barcelona trabaja para cerrar el fichaje de Mascherano, con el que ya tiene pactado un contrato para las próximas cuatro temporadas. Por ese motivo el centrocampista no jugó el lunes pasado el partido de la Premier que su equipo disputó frente al Manchester City.
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