Correos justifica que negase la baja a un empleado con un tumor

Correos defendió ayer que ha actuado dentro de la estricta legalidad con respecto al empleado que padece un tumor cerebral y fue obligado a trabajar el pasado viernes en las oficinas de Castro Ribeiras de Lea, en el municipio de Castro de Rei. De esta forma, la empresa replicó a las acusaciones de la CIG, según las cuales la compañía semipública negó la baja al trabajador.

Correos indicó que ha seguido los procedimientos establecidos para el seguimiento y verificación de las bajas por enfermedad, enmarcados en la normativa común para la función pública. Aún así, no quiso valorar detalladamente el caso con el fin de no violar "el derecho de reserva de los expedientes médicos de los empleados".

La empresa tiene la facultad para el control, vigilancia y verificación de los motivos de una baja de enfermedad y, haciendo uso de la misma y a raíz de la obtención de unos informes favorables, ordenó la reincorporación al trabajo "de aquellos empleados cuya enfermedad no sea incompatible con el ejercicio de las tareas encomendadas", según reconocieron fuentes de Correos. También apuntaron que incluso se pudo reducir la actividad de algún empleado a aquellas tareas compatibles con sus limitaciones.

Correos se escuda en un "ambicioso proyecto" de promoción de la salud dentro de la propia empresa, a través de la cual están intentando mejorar las condiciones de trabajo así como impulsar la prevención de riesgos laborales. De esta forma, la compañía asegura que la promoción de la salud "es un tema transversal" que se pretende que impregne toda la actividad de la empresa.