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Reportaje:

La encrucijada de Sergio Ramos

El sevillano no quería jugar más de lateral, pero sin el fichaje de Maicon volverá al costado, donde más le gusta a Mourinho

Diego Torres

Sergio Ramos experimentaba una satisfacción única cada vez que se plantaba en el centro de la defensa y demostraba que tenía la suficiente categoría, el suficiente poder de contagio, como para quitar relevancia a la ausencia de Pepe. La temporada pasada, a lo largo de una serie de partidos que confirmaron su solvencia como marcador central, el defensa de Camas se convenció de que había llegado la hora de dar un paso a la izquierda. A sus 24 años, el destino le reservaba un lugar en el puesto de mando del Madrid y ese lugar estaba allí donde habían jugado los viejos capitanes como Hierro y Sanchis: en el eje de la zaga. Allí Sergio se alejaba de las miserias de la banda, donde quedaba expuesto a los problemas tácticos del equipo. Entusiasmado ante la idea, repetía a sus amigos algo parecido a un juramento:

"¡Yo no vuelvo a jugar de lateral!", le repetía el jugador a sus amigos el año pasado

-¡Yo no vuelvo a jugar de lateral!

Pero en el fútbol, las ilusiones de la primavera rara vez resisten el paso del verano. Lo sabe Sergio y lo sabe José Mourinho, su entrenador. Ambos llegaron a junio con la carpeta cargada de ideas que han debido postergar o reemplazar dos meses después.

El último partidillo del entrenamiento de ayer en Valdebebas puso en evidencia los hechos: Mourinho, a pie de campo, tomando notas con fervor, y Ramos, plantado en el medio de la defensa, orgulloso como un faraón, junto a Ricardo Carvalho. Ambos se perfilan como los centrales titulares en el equipo que debutará frente al Mallorca en la Liga. Las lesiones de Pepe, Garay y Albiol han dado otro giro inesperado a los acontecimientos.

En mayo Mourinho repasaba los partidos de Ramos por la tele y el lateral derecho no le terminaba de convencer. "Necesitamos a Maicon", decía, señalando al especialista más famoso del planeta y auspiciando un futuro inquietante para el sevillano. Mourinho no estaba seguro de que Sergio fuera ni siquiera el lateral que necesitaba su equipo. Sus dudas tardaron un Mundial en disiparse.

En julio, mientras seguía los progresos de España en Sudáfrica, el entrenador portugués comenzó a verificar que Sergio, cinco años más joven que Maicon, era algo más que un buen defensa. Cuando el Inter pidió 30 millones por Maicon y el agente del jugador, Antonio Caliendo, exigió al Madrid un sueldo anual de siete millones de euros netos, no calcularon que sus demandas estaban desfasadas. Sergio Ramos acababa de levantar la Copa del Mundo dejando un surco difícil de borrar en las bandas del Soccer City y convirtiendo su zona en un territorio impracticable para gente como Robben, Cristiano o Podolski. El presidente madridista, Florentino Pérez, y Mourinho, se dieron cuenta de que no necesitaban a Maicon.

Ahora Mourinho cree que Sergio es más lateral que central. Su posición suscita debates pero todos se ponen de acuerdo en que tarde o temprano acabará en el medio de la defensa. De momento, nadie quiere desaprovechar su energía. Mourinho le quiere ver desempolvando la línea de cal. El seleccionador español, Vicente del Bosque, también. Si Puyol no se retira, Sergio deberá esperar en el costado. Como dice Fernando Hierro, director técnico de la Federación, amigo y mentor del sevillano: "Lo que tiene que hacer Sergio es jugar. Donde sea".

Los días en la playa frente al Estrecho de Gibraltar, en Zahara, descansando junto a su familia después del Mundial, le han cambiado a Sergio la perspectiva. Ya ha demostrado lo que vale.

Mourinho, que hace dos meses no le tenía entre sus prioridades, ha terminado por convencerlo de que es importante en sus planes. Ahora es el lateral derecho titular y, llegado el caso, un central seguro. Y, sin Raúl y Guti, segundo capitán, lo que refuerza su jerarquía en el vestuario.

Si el entrenamiento de ayer se refleja en la competición, al menos por un día, el domingo 29 en Mallorca, los deseos del jugador se cumplirán. Será central.

Sergio Ramos, ante José Mourinho.
Sergio Ramos, ante José Mourinho.EFE

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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