Opereta pop para todos

De punta a punta del país, durante el pasado fin de semana no quedó lugar sin su correspondiente festival. Desde Tony Lomba y Tonhito de Poi, que estrenaron el I Festival Desfasante (Porto de Espasante, Ortigueira), hasta Niño y Pistola en el Lolapop (Ponte Caldelas).

Y, en medio del puente con más romerías y jaranas por metro cuadrado del año, llegó él con ganas de convertir Vigo en el epicentro de un terremoto festivo. Cantó de pie, cantó saltando, cantó tirado en el suelo y, en una hora y 40 minutos de actuación, no le abandonaron ni el falsete ni el desodorante. Mika, nacido Michael Holbrook Penniman Jr. (Beirut, 1983), ya puede sudar a chorros que, vestido de blanco inmaculado y con complementos chic, sigue luciendo tan divino como Jane Fonda en sus lecciones de aeróbic.

El pasado sábado, un griterío espectacular, digno de una legión de fans, acompañó la puesta en escena del artista anglo-libanés en el Parque de Castrelos de Vigo, aunque el montaje, un jardín lleno de flores que en otras paradas de su gira fue profuso en números circenses y performances, se ha quedado reducido a un par de desfiles de chicas grandes, escogidas personalmente de entre las asistentes por la madre del cantante, que viaja con él. Haciendo apostolado del buen rollo y dirigiéndose en español a su audiencia, el antiguo cantante de ópera supo contentar a públicos muy diferentes: adolescentes, adultos y muchos niños.

Todos movieron el esqueleto con los pegadizos Grace Kelly, Billy Brown, Relax (Take it easy), Love today o Rain, procedentes de una discografía corta, ya que dispone de dos trabajos publicados, pero rentable. Mika consiguió uno de los llenazos del verano con unos 15.000 espectadores, según fuentes municipales.