Los fuegos de Portugal vuelven a cercar el Parque do Xurés

El fuego que a lo largo de este mes está asolando el Parque Nacional de Peneda-Gerês, en la frontera portuguesa con Galicia, cercaba ayer noche territorio del municipio ourensano de Lobios. Las llamas, localizadas en tres puntos distintos del Gerês portugués, tocaban ayer tarde la frontera española en el marco 60, entre A Madalena y Portela do Home, con riesgo de alcanzar el pico dominante de la Serra de Santa Eufemia, la zona más emblemática del Parque Natural del Xurés español, declarado Reserva de la Biosfera, en donde crecen especies únicas en el mundo como el lirio y el helecho específicos de la zona, y donde se encuentra el antiguo semillero además de singulares bosques de tejos.

Fuentes de Protección Civil estimaban en más de 400 metros de ancho el frente del fuego que empezaba a meter sus llamas en las corgas (pozas) de Calvos y de Canda, en el municipio de Lobios.

Al margen de la amenaza sobre el Xurés, la actividad incendiaria se concentró ayer en la provincia de A Coruña, entre el Barbanza y la Costa da Morte. Una vez extinguido el mayor incendio del verano, que carbonizó unas 500 hectáreas en Negreira, los medios de extinción se concentraron especialmente en Boiro, donde anoche continuaba sin controlar un fuego que ya había arrasado más de 140 hectáreas. Ante la extensión de los fuegos, el Ejército ha trasladado a Galicia en los últimos días 200 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias.El alcalde de Lobios, José Lamela, se declaraba ayer "muy alarmado" por el previsible ataque del fuego procedente de Portugal al Parque Natural do Xurés, por lo que requirió refuerzos a media tarde. Aunque los técnicos daban por hecho que durante la noche, con la bajada de las temperaturas, el foco se retendría, esperaban actuar esta mañana con la intención de contenerlo antes de que llegue a invadir el parque español.

La Consellería de Medio Rural negaba a la misma hora que el fuego del Gerês alcanzara la frontera española. "No ha tocado territorio de Lobios y no es previsible que lo haga porque sopla viento del nordés", lo que lo devolvería a Portugal, según señaló un portavoz.

Con todo, la principal preocupación para Medio Rural se centraba ayer en la provincia de A Coruña. En los dos últimos días las llamas se fueron extendiendo por el Barbanza, la zona de Negreira, Santa Comba y Dumbría, además del municipio de Muros y de la Costa da Morte, donde ayer se registraron incendios en Vimianzo, Camariñas y Muxía. El de Negreira, ya completamente extinguido, se sospecha que fue intencionado ya que comenzó por cuatro puntos distintos, según explicó el alcalde, Jorge Tuñas.

El más preocupante era el originado de madrugada en la parroquia de Cures, en Boiro, en las faldas de la sierra del Barbanza, que llenó de columnas de humo el cielo de la margen norte de la ría de Arousa. Tras un día entero de intensa lucha, en el que participaron cuatro hidroaviones, dos helicópteros, 10 brigadas y una pala excavadora, el fuego seguía sin control al caer la noche. Medio Rural cifró en 140 las hectáreas devastadas en una "primera estimación muy provisional".

Fuegos por cohetes

La ola de fuego también ha alcanzado la costa de Pontevedra, que ayer tenía su principal frente en Baiona. Un incendio declarado durante la noche había destruido hasta ayer 45 hectáreas y, según el alcalde, Jesús Almuiña, al atardecer estaba a punto de ser controlado. También Moaña sufrió ayer otro incendio de menores dimensiones.

Con Galicia acosada durante la última semana por las llamas, los brigadistas se enfrentaron ayer a al menos a tres incendios provocados por el lanzamiento de cohetes de feria. Los servicios de extinción atribuyeron al fuego provocado por estos artefactos los incendios que se registraron en los municipios de Cea, Castrelo do Miño, ambos en Ourense, y Camariñas, en A Coruña.