El humo oscurece los invernaderos
El fuego en el vertedero de El Ejido impide trabajar a los agricultores
Otro día de viento de poniente, el peor para decenas de agricultores con plantaciones de cultivo intensivo al oeste de la planta de tratamiento de residuos agrícolas Ejido Medio Ambiente, cuyo material de desecho arde desde la noche del pasado sábado. La columna de humo se mueve según el viento y durante cada jornada oscurece el cielo de El Ejido (Almería) y localidades limítrofes.
La intensidad es tal que muchos agricultores no han podido trabajar en la arena en toda la semana y calculan que están afectadas, en mayor o menor medida, más de 1.000 hectáreas de invernadero de las alrededor de 12.000 con las que cuenta el término municipal. Además de la imposibilidad de continuar el trabajo bajo plástico con el inicio de la nueva campaña y las posibles pérdidas que esto puede suponer hay temores peores. "El último incendio en la planta quemó unas 20 hectáreas de invernadero", recuerda Antonio Maldonado, que no puede respirar dentro del suyo a causa del humo. "El viento mueve el fuego hacia fuera donde hay cartones y plásticos, muy fáciles de prender", describe este agricultor que junto a un numeroso grupo de compañeros ha mantenido una reunión con miembros de la COAG de Almería para defender sus intereses y obligar a que se depuren responsabilidades una vez que el fuego se haya extinguido y se puedan investigar las causas del siniestro, el quinto que sucede en Ejido Medio Ambiente durante los últimos años.
1.000 de las 12.000 hectáreas de plásticos de El Ejido están afectadas
"Llevan cuatro meses acumulando escombro", lamenta un trabajador
La Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta se ha comprometido a realizar una indagación. Es la primera vez que Medio Ambiente toma las riendas para esclarecer las causas de una catástrofe como esta, que denuncian agricultores, ecologistas y el resto de la sociedad que padece las consecuencias del incendio.
En muchas partes de El Ejido se respira humo, al igual que en municipios cercanos, como es el caso de La Mojonera. "Estamos a diez kilómetros de la planta y hemos notado el humo durante toda la semana", sobre todo si hay viento de poniente, constata el primer teniente de alcalde mojonero, Amador Ruiz. Este municipio, Vícar, Roquetas de Mar y Adra son otras localidades de las que procede el material que debe ser tratado en la planta de El Ejido. A cada agricultor el reciclado de su material le supone un gasto que ronda entre los 300 y 400 euros por hectárea. "Llevan por los menos cuatro meses acumulando escombro y no lo trataban. Tenían ya muchas pilas formadas y es un material que arde fácilmente en su descomposición", señala Antonio Maldonado, quien teme, ahora, por sus "bichos", pesticidas biológicos que acaban de utilizar a comienzo de esta temporada. "Hace dos años, con el humo, se murieron todos", recuerda.
En 2000, se produjo otro gran incendio en la planta de tratamiento. Entonces, ocho agricultores llevaron a Ejido Medio Ambiente a los tribunales por los perjuicios ocasionados en sus plantaciones. Lo perdieron porque el magistrado dictaminó que el fuego se produjo de manera involuntaria. "Los técnicos dijeron que junto a la planta se habían vaciado unos ceniceros con colillas y eso fue lo que provocó la quema", recuerda Juan Antonio Cervilla, uno de los empresarios que denunció a la empresa.
La planta cuenta con una valla de protección, pero las pilas en las que se amontonan las toneladas de escombro distribuidas en una superficie de 10.000 metros cuadrados son accesibles desde el exterior, constatan los agricultores. Hace diez años fueron necesarios unos 20 días para dar por extinguido otro incendio.
Ahora ya no hay llamas, pero sí humo. Y seguirá así durante varias jornadas más. El peligro se ha reducido y los efectivos del Parque de Bomberos del Poniente ya se han marchado de la planta, pero han dotado al personal de la empresa de material para continuar el trabajo de extinción, como mangueras y una motobomba extractora de agua. Los bomberos creen que lo más idóneo para acabar con el humo es el vertido de tierra sobre las matas y resto de material agrícola, una labor que ya debe realizar la planta, gestionada por el grupo Hermanos Lirola.
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