Una oficina del peregrino más grande para evitar su colapso

Después de más de 100 kilómetros de camino, los que se acercan en Santiago a recoger su compostela hacen una hora y media de cola en la Oficina del Peregrino. "Se les hace más dura que una jornada completa del Camino", aseguró el deán del Cabildo catedralicio, José María Díaz. La cantidad de caminantes que buscan el jubileo satura cada Año Santo el servicio del Cabildo y más este, que supera récords de peregrinos. Por eso, el director de la oficina, Jenaro Cebrián, quería tener abiertas las nuevas instalaciones para expedir la compostela en Semana Santa, "pero no fue posible". Ahora, aunque las obras y los equipamientos están listos, no sabe cuándo podrán comenzar a usar las instalaciones anexas a la antigua casa del Deán por el ajetreo diario y la escasez de personal, entre ellos muchos voluntarios. "Hay que ver cómo se va organizando porque no podemos perder ni un minuto de atender a los peregrinos", reflexiona Cebrián. "A ver si en septiembre".

No se podrá estrenar el local hasta que baje la afluencia de visitantes

La nueva oficina tendrá un sistema de gestión que pretende evitar esperas. La idea es simple: expendedores de turnos y concertación de horarios con el fin de que los visitantes disfruten la ciudad, no pierdan tiempo y sepan a qué hora les corresponde ir a recoger su compostela, que acredita que han recorrido al menos 100 kilómetros. Las instalaciones se completan con el servicio de consigna para las mochilas, que ya estaba en funcionamiento, servicios de aseo, un pequeño bar en lo que antes eran las caballerizas y una zona de atención sanitaria a cargo del 061. La rehabilitación ha costado 607.000 euros, más de 66.000 aportados por el Xacobeo.

El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, explicó que es "muy difícil" establecer un sistema que atienda a todos los visitantes que recibe la ciudad. Así, justificó que en el mes de julio llegaron a Santiago más de un millón de personas "sin ningún género de dudas". Por la puerta de Platerías, la única en la que se cuentan los visitantes de la Catedral, la afluencia "no bajó ningún día de 15.000 personas y alguno pasó de las 30.000". "Claramente, la cifra debe situarse en 600.000", dijo, sin contar los peregrinos que reciben las compostelas o grupos organizados que entran por otras puertas.