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Primera huelga en una empresa que recolocó a ex trabajadores de Delphi

Los sindicatos denuncian que Gadir Solar acumula producción pero no vende

Agosto no suele ser un mes muy propicio para las movilizaciones en la industria de la bahía de Cádiz. Pero ayer CC OO anunció el inicio hoy de paros de dos horas en la planta que la empresa Gadir Solar tiene en el polígono Trocadero de Puerto Real. Los sindicatos han llamado a las movilizaciones porque, según denuncian, hace semanas que la empresa acumula su producción de placas fotovoltaicas sin apenas venderse ninguna.

La semana pasada la actividad se paró por decisión de la dirección durante cinco días. Según el comité de empresa, la compañía no ha atendido las peticiones de reuniones convocadas por los representantes de los trabajadores para dar seguridad laboral al futuro de sus empleados. Es la razón aducida para la huelga, aunque fuentes de la empresa apuntaron que los sindicatos han reclamado subidas salariales. Una buena parte de su plantilla está compuesta por ex trabajadores de la extinta fábrica de Delphi en esta misma localidad.

La sociedad recibió 30 millones de euros de la Junta en subvenciones

Gadir Solar fue una de las primeras empresas en anunciar su instalación en la bahía de Cádiz tras la marcha de la empresa de automoción, que dejó en la calle a 1.500 trabajadores. Este cierre provocó un programa de formación y recolocación sin precedentes organizado por la Junta de Andalucía, que, tres años después, todavía continúa activo.

El Gobierno autónomo promovió la instalación de compañías y la contratación de los operarios de Delphi mediante incentivos que fueron acogidos por una decena de compañías, como Gadir Solar, cuya actividad se centra en fabricar placas fotovoltaicas. Contrató a 250 personas, de las que un centenar eran trabajadores de la fábrica de automoción clausurada.

Gadir Solar está dirigida por Rafael Naranjo, presidente del grupo Aurantia. Se presenta como una filial de la sociedad Cadmos Energías Renovables. Su intención es producir 750.000 placas solares al año en los momentos de mayor actividad. Sobre el papel era una de las compañías más estables para dar nuevas posibilidades laborales a la bahía gaditana pero las relaciones entre la empresa y los sindicatos se deterioraron hace unos meses.

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"La empresa viene produciendo desde hace tiempo pero no se visualiza un proyecto comercial comprometido. Se produce pero no se vende", explicó ayer el secretario de Industria de CC OO, Jesús Serrano. Las movilizaciones llegan después de que, según el comité de empresa, la producción se parara durante cinco días la semana pasada. "Fue un cierre patronal encubierto. Mandaron a la gente a su casa y eso nos ha preocupado bastante", argumentó Serrano.

El máximo responsable de Gadir Solar, Rafael Naranjo, rehusó ayer hacer declaraciones. Fuentes de la empresa sí argumentaron que el comité y los sindicatos vienen desde hace meses exigiendo un aumento salarial, sobre todo, para los ex empleados de Delphi, que exigen acogerse al convenio del metal, una medida contemplada en los acuerdos que los representantes de los trabajadores y la Junta rubricaron en 2007 pero, que tres años después, ha sido puesta en entredicho por el propio Gobierno andaluz, que cree que los sindicatos deben flexibilizar sus exigencias.

CC OO niega que su reivindicación sea salarial e insiste en que el motivo de los paros están en la incertidumbre creada y en la falta de respuesta de la dirección a su solicitud de información. "Gadir Solar tiene 30 millones de euros de subvención y está haciendo aguas. Si la empresa no habla, que lo haga la Junta de Andalucía, que es la que ha utilizado dinero público para facilitar su puesta en marcha", exigió Serrano. El responsable de CC OO vinculó también la situación de la empresa a la citación que ha recibido Rafael Naranjo en calidad de imputado en el caso Gürtel, como presidente de la compañía de limpieza Sufi. Ha sido llamado a declarar el 9 de septiembre.

Compromisos en entredicho

Delphi cerró su fábrica de Puerto Real antes de la crisis. Por eso sus trabajadores, que se pasaron meses protestando en la calle, consiguieron arrancar de la Administración el compromiso de que los 1.500 operarios de plantilla y otros vinculados a la factoría serían recolocados. "No os vamos a dejar tirados", les garantizó el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves. De momento, el Gobierno andaluz ha cumplido su palabra aunque reconoce que cada vez le cuesta más. La última reunión de la comisión de seguimiento acabó con una advertencia de las consejerías de Empleo y de Innovación. Los operarios ya no podrán exigir contratos bajo el convenio del metal, como se firmó en 2007, que impone condiciones salariales y laborales muy favorables. El motivo es que la nueva situación económica ha hecho buscar empresas de muy diferente tipo para poder dar trabajo a los operarios que todavía están por recolocar, unos 800. "Una empresa de alimentación no puede acogerse a ese convenio", explicó a modo de ejemplo Antonio Perales, el gerente del Plan Bahía Competitiva, que se encargará de buscarles trabajo a partir de septiembre.

El dispositivo especial de formación sigue adelante pero con fecha de caducidad: el 28 de febrero de 2011. A los sindicatos no les gustó nada ni este ultimátum ni las rebajas salariales que plantea ahora la Junta. De hecho, ya se ha organizado una protesta de ex operarios de Delphi junto a la antigua factoría para que se respeten los acuerdos rubricados en 2007.

Las gestiones de la Junta han conseguido atraer una decena de empresas y se espera la llegada de otras tantas. Lo más inmediato es la apertura en septiembre de la nueva nave de la aeronáutica Alestis en Puerto Real.

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