Una polémica por 15 minutos

La mayoría, con bermudas, camisetas de colores llamativos y algunas que otras sandalias. Los jugadores del Barcelona aparecieron en la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas con buen color, recién llegados de la playa o la montaña, de su ciudad o su pueblo. En contra de lo previsto, ni siquiera pasaron a primera hora de la mañana por las instalaciones de su club para someterse a las habituales pruebas médicas tras el paréntesis veraniego. Tanto estiraron las vacaciones que incluso llegaron media hora tarde a la cita de la selección española.

Ya hacía 90 minutos que el seleccionador, Vicente del Bosque, se había reunido con el cuerpo técnico, el área médica y la deportiva en una sala del hotel contiguo al aeropuerto. Querían hablar del entrenamiento vespertino de hoy, el único antes del partido amistoso de mañana frente a México, país que celebra el bicentenario de su independencia. Querían también aclarar cuál será el papel de los siete jugadores del Barça convocados -Valdés, Piqué, Puyol, Busquets, Xavi, Pedro y Villa-, sin fondo físico más allá del obtenido por voluntad propia durante su descanso estival, sin calzarse las botas desde el 11 de julio, cuando España se coronó campeona del mundo en Sudáfrica ante Holanda. A falta de valorar definitivamente el estado de los futbolistas, la decisión fue clara. Jugarán un rato, apenas un cuarto de hora.

"Estamos gordos", bromea Xavi, uno de los siete azulgrana citados

El sevillista Navas está en la misma situación, pero lleva una semana trabajando

El Barça no se ha puesto en contacto con la federación. Sus dirigentes entienden que Ángel María Villar, su presidente, hizo en su día caso omiso a la sugerencia de su homólogo azulgrana, Sandro Rosell, que solicitó una tregua para sus jugadores, dado que apenas 72 horas después del encuentro deberán medirse al Sevilla en el estadio Sánchez Pizjuán en la ida de la Supercopa española. Así que ya no se han dirigido oficialmente a la federación. Ni a la inversa. "Serán los médicos [de la selección] los que valoren su estado físico. Nosotros no les hemos podido ver, aunque intuimos, por las conversaciones con ellos, que están más o menos bien", dicen en el Barça.

El sevillista Navas también forma parte de la expedición, pero ya acumula casi una semana de trabajo. Su presidente, José María del Nido, aclaró ayer la postura del club andaluz: "El calendario se fijó hace meses. Nuestro jugador regresó el 4 de agosto, no el 9. El Sevilla ha gestionado bien este asunto. No digo que el Barça haya estado desorganizado, pues no soy nadie para meterme en casa ajena".

En cualquier caso, los jugadores azulgrana se lo toman con humor. "Estamos gordos", suelta a modo de cuchufleta Xavi. Aunque aclara: "Jugaremos lo que nos digan". Lo mismo opina Piqué, bronceado a más no poder y que el domingo jugó con un equipo de amigos media hora como delantero centro para recobrar las sensaciones sobre el césped. "Seguro que notaremos un poco la inactividad, pero estamos a disposición del mister", conviene. Busquets, menos hablador, suelta un "estamos de vacaciones" y sigue de cháchara con Valdés.

Para Pep Guardiola, el técnico del Barça, el estado físico de sus mundialistas es insuficiente y no alineará a casi ninguno frente al Sevilla. Queda por ver qué ocurre con sus otros jugadores con compromisos internacionales, como Messi, en Irlanda para defender a Argentina, o Alves, en Estados Unidos para jugar con Brasil. O con Jeffren y Bojan, que juegan con la selección sub 21 ante Finlandia; Hleb, que se alinea con Bielorrusia; Ibrahimovic, con Suecia... "Yo estoy más o menos bien", comenta Puyol, que se pirra por el deporte y se pasó los días jugando al pádel. "He realizado el trabajo físico que me mandó el Barça", añade Pedro. "Claro que hemos hecho un poco de trabajo. No estoy mal", remata Villa.

El doctor de la selección, Óscar Celada, lo tiene claro: "A nivel de humedad, calor y altitud

[México DF está a 2.235 metros], no hay ningún problema". Pero a ello se acumula que los jugadores recorrerán 21.410 kilómetros en tres días con un solo entrenamiento y la Supercopa a la vuelta de la esquina. "El entrenamiento será sobre todo en grupo y teniendo en cuenta que hay partido al día siguiente. No habrá diferencias entre los del Barça y el resto, pero no están para jugar mucho rato", apunta Javier Miñano, preparador físico. "La idea es distribuir los esfuerzos, pero los partidos hay que madurarlos, sufrirlos y lucharlos", concluye.

Al igual que Guardiola, Del Bosque sabe que los futbolistas no tienen tono competitivo, que acuden a México para hacer grupo más que para otra cosa. Así que ayer, al acabar la reunión y antes de tomar el avión hacia México, se comunicó a los azulgrana que la mayoría de ellos apenas jugarán 15 minutos.