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Reportaje:

El BIC que nunca llega a las bandas

Las sociedades llevan 13 meses esperando ser declaradas de interés cultural

Las sociedades musicales de la Comunidad Valenciana llevan más de un año a la espera de ser declaradas Bien de Interés Cultural (BIC). La declaración, que implica exenciones fiscales, ayudas directas y acceso a los créditos oficiales, puede ser la tabla de salvación para las bandas de música en un año en el que la Generalitat ha recortado la partida destinada a las escuelas de música en un 55% -de 4,4 a poco más de 2 millones de euros- y el presupuesto para las sociedades en un 35%.

En octubre de 2008 la federación de sociedades musicales de la Comunidad (FSMCV) acordó solicitar la declaración, que garantiza la protección institucional de las bandas. Por definición, la actividad de las sociedades musicales encaja en la descripción de Bien de Interés Cultural Inmaterial que recoge la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano: "Pueden ser declarados de interés cultural las actividades, creaciones, conocimientos, prácticas, usos y técnicas representativos de la cultura tradicional valenciana, así como aquellas manifestaciones culturales que sean expresión de las tradiciones del pueblo valenciano en sus manifestaciones musicales...". Siete meses más tarde la federación pidió a los grupos parlamentarios valencianos la adhesión a esta iniciativa y todo fueron declaraciones de respaldo y compromisos de apoyo sin condiciones. La directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, se comprometió a pedir a los servicios jurídicos de la Generalitat el informe necesario para resolver la declaración que debe determinar el ámbito y los mecanismos de protección de las sociedades musicales. Desde entonces ya han pasado 13 meses y no hay noticias del informe.

La solicitud tiene el apoyo de las diputaciones y de casi 300 consistorios

El responsable del proyecto BIC, Joaquín Soler, reconoce que el informe jurídico es complejo porque la Comunidad cuenta con 527 sociedades musicales, pero explicó que su propuesta no es que el Consell asegure la supervivencia de todas y cada una de las bandas de música sino definir diferentes grados de protección en función de una serie de criterios como la antigüedad de la sociedad, el número de integrantes o su participación en los certámenes. Del informe jurídico depende que el BIC implique una verdadera protección o se quede en una declaración de buenas intenciones sin efectos reales, señaló Soler, que confesó que las protestas por los recortes pueden inclinar la balanza hacia un texto que equivalga a "papel mojado" para las sociedades como ha ocurrido con la Ley Valenciana de la Música cuyos acuerdos no se han cumplido.

El presidente de la FSMCV, Josep Almería, critica la demora del Gobierno autonómico en una iniciativa que cuenta con el apoyo de las tres diputaciones provinciales y casi 300 poblaciones de la Comunidad. Ante el retraso, la federación ha decidido combatir con iniciativa la pasividad del Ejecutivo valenciano y a finales del pasado mes de julio solicitó a las doce entidades consultivas -las universidades públicas valencianas, el Consell Valencià de Cultura o el Instituto Valenciano de la Música, entre otros- los informes culturales que deben dictar si las bandas son un bien de interés cultural y que la Generalitat no había tramitado todavía, además de poner en marcha la campaña Jo BIC la música para difundir la propuesta. Para las sociedades el BIC es más que una declaración, un título, un reconocimiento, ya que es garantía de protección para las bandas y sobre todo la puerta para compensar el recorte presupuestario de la Generalitatl con nuevas ayudas.

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