"Sin arena no hay chiringuito"

Con más de 43 veranos al frente del chiringuito Los Naúfragos, en Fuengirola, Norberto del Castillo se siente orgulloso de que en toda la costa andaluza se le conozca como el chiringuitero mayor. Es presidente de la Federación Andaluza de Empresarios de Playa y defiende a muerte los polémicos restaurantes a pie de playa. Sin ellos, dice, la costa andaluza perdería parte de su identidad.

Pregunta. Los chiringuitos siempre están envueltos en polémica. ¿Los problemas no se van a acabar nunca?

Respuesta. Llevamos ya siete años en el limbo a pesar de que todas las instalaciones de la costa andaluza son completamente legales según la ley de 1988, que no ha cambiado. Es extraño que la dirección general de Costas diga que no lo somos cuando nos siguen cobrando el canon. Vamos, que pagamos como legales pero somos ilegales.

"El español es el cliente más alegre a la hora de comer y de gastar"

"Zapatero se relajaría si se tomara un buen espeto de sardinas"

P. La Junta ha pedido las competencias para gestionar el litoral. ¿Mejorará su situación?

R. Estoy seguro. Ellos conocen la aceptación que tienen este tipo de instalaciones y el servicio que damos a las playas. En toda Andalucía, por ejemplo, mantenemos unos 3.000 aseos, lo que supone un gran ahorro para las arcas públicas. Esperamos que las competencias se transfieran cuanto antes, porque preveían hacerlo antes de marzo y ya está acabando julio.

P. ¿Qué sería de la costa andaluza sin chiringuitos?

R. Con la idea del Gobierno central de sacarlos de la playa se perdería mucho. En Torre del Mar estuvieron tres años sin ellos y el turismo cayó más del 50%. Los comerciantes de otros restaurantes, que al principio se oponían a los chiringuitos, acabaron pidiendo que volvieran porque el pueblo se estaba muriendo.

P. ¿Por qué se oponían?

R. En los bares que no son de playa piensan que si desaparecemos van a tener más gente, pero no es verdad. Además, a ellos no les interesa que la gente entre chorreando y llena de arena.

P. ¿Cuál es el mejor cliente de chiringuito?

R. El mejor es el nacional, que es más del 50%. El español si va a los sitios es para pasarlo bien, otras culturas viajan por obligación, aunque no tengan un euro. El español es más alegre a la hora de comer y gastar.

P. Estamos a finales de julio. ¿Cómo se lleva la crisis?

R. Este año va a ser peor que el pasado, que ya fue malo. Lo positivo es que la gente sigue viniendo, aunque gasta muy poco. Nuestros clientes son muy fieles, en 43 veranos he visto pasar hasta a tres generaciones de una misma familia. Cuando la situación financiera se recupere, la gente estará aquí. Eso da tranquilidad.

P. Dígale a quién no lo sepa qué se siente al comer en un chiringuito.

R. Tomar una sardina o unos boquerones aquí sentado, mirando al mar, hace que el pescado parezca más fresco de lo que en realidad es. Parece que viene directamente del mar. Eso no lo pueden ofrecer los mejores restaurantes de interior.

P. ¿A quién invitaría a tomar un buen espeto de sardinas?

R. A más de un político de Madrid, del gobierno y de la oposición. José Luis Rodríguez Zapatero se relajaría con un buen espeto limpio.

P. Raciones abundantes, manteles de papel. ¿La nueva cocina no van con ustedes?

R. Una vez intenté poner manteles de tela y cojines, pero la gente no estaba cómoda. Los clientes quieren venir desde la playa en bañador, mojados y con los pies llenos de arenas.

P. Hay quién dice que la Costa del Sol ya no es lo que era. ¿Es verdad?

R. Nos ha faltado especializarnos. La batalla de los precios ya está perdida porque hay destinos más baratos, por eso nuestra salida es la de ofrecer más calidad y mejor servicio. Habría que ir hacia un turismo de nivel medio-alto. Nuestra competencia no es Túnez, Turquía o Grecia, nuestra competencia es la Costa Azul o la italiana, destinos muy consolidados y que son más caros que nosotros.