Tranquilidad antes de conocer las notas

Los mercados de valores europeos vivieron una sesión bastante tranquila en las horas previas a la publicación de los resultados de las famosas pruebas de estrés al sector financiero. Los inversores dedicaron esta última sesión a ajustar sus carteras, siguiendo el criterio de apostar por los valores que, en principio, contaban con salir airosos del trance.

La atención siguió, por tanto, concentrada en el sector bancario, aunque la mayoría de los inversores fue a lo fácil, tomando posiciones en Santander y BBVA y dejando el resto para más adelante. Las acciones de Banco Santander subieron el 1,34% y las de BBVA el 0,95%.

El Ibex 35 volvió a comenzar el día con titubeos, que enseguida le llevaron a perder el 0,79%, pero la presión vendedora era mínima y muy pronto comenzaron los tanteos compradores. La sesión no fue tan volátil como las de los últimos días, aunque la entrada en juego de los inversores estadounidenses provocó algunas turbulencias. Al final, y con Santander y BBVA tirando del conjunto, el Ibex 35 consiguió superar los 10.400 puntos, pero el cierre fue ligeramente inferior, con 10.388,20 puntos y una subida del 0,83%.

El ambiente en el resto de las plazas europeas era de tensión y los avances fueron más cortos que el de la Bolsa española. En Alemania, el avance de la Bolsa de Francfort fue de tan solo el 0,39%, contando incluso con el avance del índice de confianza empresarial hasta su nivel más alto desde la unificación del país. Los inversores no las tenían todas consigo respecto de la solidez de sus bancos y optaron por esperar a la tarde para analizar los resultados.

La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta 3.481,94 millones de euros al frenarse la actividad en el "mercado de bloques" con los títulos bancarios. En el "mercado abierto" se movieron 2.939,38 millones de euros, la cifra más alta de toda esta semana y, de ellos, el 45% se concentró en los dos principales bancos. El total del sector bancario movió casi el 48%.

Al final, el sector bancario español ha respondido a las expectativas que manejaban la mayoría de los analistas y solo cabe esperar que a partir de ahora se suavicen las tensiones que ha padecido a cuenta de unos problemas que eran, en el mejor de los casos, inexistentes.