El coche más rápido, con lápiz y papel
Mientras la mayoría de ingenieros diseña por ordenador, Newey hace de Red Bull el bólido de referencia a la vieja usanza: con un bloc de dibujos y sin despegarse de la mesa
Dicen en la fórmula 1 que una de las personas que se han atrevido a meterle un bocinazo a un piloto tan vanidoso como David Coulthard ha sido Adrian Newey. Ambos coincidieron siete años en McLaren (1998-2004), cuando el ingeniero era el director técnico de la escudería británica. En una de las reuniones, Coulthard se quejó de lo mucho que vibraban los espejos del monoplaza, dijo que apenas veía nada, y pidió si era posible colocarlos en otro sitio. La respuesta de Newey le dejó planchado: "Señor Coulthard, en este equipo es más fácil cambiar al piloto que la posición de los retrovisores".
Tras fichar por Red Bull a finales de 2005, este técnico británico solo ha precisado cinco años para conseguir que una marca de bebidas isotónicas saque los colores a equipos tan potentes como Ferrari, McLaren y Mercedes. Como cualquier genio, Newey tiene su propia metodología. En su caso se trata de una técnica que está en desuso.
"Se comenta que dibuja hasta en el baño", dice el director de la escudería
Mientras la mayoría de ingenieros no se despega de sus potentes ordenadores, las armas de Newey son menos sofisticadas: una hoja de papel y un lápiz. "Adrian se pasa la vida dibujando. En la fábrica se comenta que tiene un bloc de notas hasta en el baño de su casa. Va siempre un paso por delante del resto, de forma que los demás tratamos de seguirle como podemos", explica Christian Horner, el director del equipo Red Bull. "A veces me levanto por las noches y comienzo a darle vueltas al coche. La normativa te pone un desafío y estoy día y noche pensando cómo encontrar las mejores soluciones", reconoce Newey. "El tío es un genio, es especial porque lo hace todo a mano, no sabe dibujar con ordenador. Lo hace a pelo, con su regla y en una mesa enorme, y en ella perfila los alerones. Los que trabajan con él no tienen más remedio que adaptarse", añade un ingeniero que coincidió con Newey durante varios años en Red Bull y que ahora trabaja en otro garaje. Y donde no llegan las manos lo hacen las máquinas. "En la fábrica tenemos un escáner en dos dimensiones que interpreta los dibujos de Adrian y los transfiere a un programa de diseño. Así, los demás puedan trabajar con ellos", tercia Horner.
Como en cualquier equipo, Red Bull tiene muy estructurados los pasos antes de incorporar una pieza nueva en el monoplaza de Webber y Vettel. "Un alerón delantero, por ejemplo. El diseño lo hace Newey, a mano. Los ingenieros lo pasan al ordenador, después se crea el molde, se manufactura con carbono y se mete en el horno, y cuando está listo se coloca en el coche a escala 1/14 y al túnel de viento. Si funciona, se fabrica a tamaño real y se prueba en la pista", detalla este ingeniero.
Aunque la mayor parte de elogios se los lleve el jefe, Newey no está solo en la división de aerodinámica de la escudería. "Peter Prodromou es el segundo de a bordo y también viene de McLaren, y además de él hay unos 80 ingenieros más. De éstos, hay cinco que son buenísimos", añade esta voz cualificada. A pesar de ello, el británico es quien lleva las riendas y marca el ritmo de la fábrica, avalado por su prestigio y por los seis títulos de constructores que ha ganado (cinco en Williams y uno en McLaren). Consciente de su talento y del papel que juega la aerodinámica en la F-1 moderna, Dietrich Mateschitz, el inventor-propietario de Red Bull, lo reclutó y lo blindó (su ficha anual ronda los 13 millones de euros) poco después de comprar Jaguar. Seguramente acabará siendo una de las mejores inversiones de su vida.
Los pilotos eligen a Alonso el mejor
Fernando Alonso es el mejor corredor de la parrilla para el resto de pilotos de la fórmula uno. Así es según una encuesta que el diario alemán Bild am Sonntag ha realizado entre los corredores. El piloto español fue ayer el más rápido en los entrenamientos libres del Gran Premio de Alemania, por delante de Vettel (Red Bull) y de su compañero en Ferrari, Massa. Alonso, sin embargo, rebajó la euforia ante la carrera de mañana y a la espera de la sesión clasificatoria de hoy. "Ha sido otro viernes poco representativo. Es normal que se genere mucha expectación, pero ya lo hemos visto muchas veces: alguien termina primero el viernes y luego los Red Bull son los coches a batir".
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