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Reportaje:

Verdes Aterciopelados

Los colombianos presentan en Sevilla 'Río', un álbum de discurso ecologista

Elsa Cabria

Una niña dice por la radio: "No trafiques con la mata que mata". Es una cuña institucional del Gobierno de Colombia. Allí mata significa hierba, plantas. Este anuncio irrita a Andrea Echeverri, cantante de Aterciopelados. "Hay que diferenciar entre coca y cocaína". La defensa de la planta más tradicional de su país le viene a la mente cuando piensa en Río el álbum más explícitamente ecologista de su carrera. Un disco que presenta hoy, a las diez de la noche, en la sala Pista digital de Sevilla, tras la actuación de los jerezanos Chocolata.

Cuando Echeverri y su compañero Héctor Buitrago concibieron las canciones, sabían que tendrían un espíritu globalmente ecologista. El mismo pop rock de raíces colombianas que practican desde hace 20 años; su clásico ideario social, pero con un fondo más verde. "Un poco los ideales hippies. Paz, amor, armonía y naturaleza". Pretendían equilibrar el lema combativo y el sentido del humor. Y les salió un disco alegre y protestón.

Los jerezanos Chocolata ejercen de teloneros con su flamenco fusión

La sorpresa llegó cuando algunos movimientos civiles de su país reaccionaron e hicieron suyo el mensaje del álbum. Como los activistas que denuncian el programa gubernamental que vincula la planta de la coca con droga. "Estamos tejiendo redes verdes y nos estamos convirtiendo en aliados naturales de esos movimientos con nuestro apoyo lúdico", reflexiona por teléfono Echeverri.

"Si la música de masas actual usa el mensaje sexual, del cuerpo, por qué no otros mensajes". Río significa agua y risa. "Sin perder el aroma fiestero musical, ofrecemos un discurso poderoso", opina la cantante. Y a través de los grupos de resistencia cree que ahora llegan a más gente. "La sociedad se siente más urgida de reconectar con la naturaleza", dice esperanzada.

Hace tres años que Aterciopelados no pasa por Sevilla, desde que presentaron su disco Oye. La primera vez en la capital andaluza, hace 12 años, ejercieron de teloneros de Héroes del Silencio, ahora les antecederá la banda jerezana Chocolata. Un grupo que también mira a Latinoamérica para crear: Música cubana, rancheras mexicanas y folclore sureño con las anclas puestas en el flamenco.

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... En directo es su primer disco tras siete años de trabajo bajo el nombre de Los Buleros. Y que el álbum de Chocolata sea en vivo es muy premeditado. "Venimos de los tablaos, de tocar de jueves a sábado durante cuatro años en Granada, no puede ser de otra forma", explica la cantante Carmela Páez. Salvo dos canciones, todo son versiones. "Porque en el flamenco está todo inventado, pero versionamos música latinoamericana. Por eso hasta mezclamos a Chavela Vargas con bulerías".

El nombre de los teloneros de Aterciopelados es casual. A Carmela Paéz y a su familia les llaman en Jerez las chocolatas, en honor a su abuelo, un poeta de Chiclana (Cádiz) al que apodaban El Chocolate, porque era muy moreno. De él guarda dos cuadernos llenos de poemas. "Los dejó para el nieto que fuese el más artista y me los regalaron cuando tenía 12 años", recuerda entusiasmada en una terraza de la plaza de la Alameda.

Chocolata reivindica su libertad creativa. Páez, profesora de baile en una academia sevillana y actriz en una compañía de títeres, cree que son unos privilegiados. "Hacemos lo que nos da la gana". Y en eso comparte perspectiva con Andrea Echeverri. "Tenemos cosas que compartir, que esparcir y felizmente ganamos lo suficiente para vivir". Por eso, la cantante de Aterciopelados sostiene que el que sus discos funcionen comercialmente, es secundario.

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Sobre la firma

Elsa Cabria
Es periodista en EL PAÍS Audio. Ha escrito en proyectos multimedia en Centroamérica y México. Ha colaborado con eldiario.es, BBC Mundo, El Faro y Osmos, para Spotify. Es Máster de UAM-El País y Máster en Podcast, en Barreira Arte y Diseño.

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