Una búsqueda difícil, pero no imposible

Verano. Sinónimo de playa para unos y de trabajo en hoteles y bares para otros. A mediados de julio, tradicionalmente ambos grupos tenían los planes hechos. Pero del mismo modo que los veraneantes cada vez se deciden más tarde a reservar sus vacaciones, las oportunidades de empleo estival se alargan para quienes quieren (o deben) aprovechar el tirón del sector servicios y las sustituciones vacacionales en las empresas. Si busca un puesto de trabajo para la temporada estival, aún está a tiempo. Con la tasa de paro rondando el 20% no será fácil, pero tampoco imposible.

"Hace tres años la campaña de verano para buscar trabajadores estaba prácticamente cerrada en mayo. Las empresas ya habían definido los candidatos y se empezaban a hacer entrevistas. Los dos últimos años se ha ido retrasando. Este verano esos mismos pasos se han dado a finales de junio", explica Encarnación Maroño, directora de organización y selección de Adecco, empresa de trabajo temporal. El grueso de los contratos estaba listo a principios de junio, pero ahora aún quedan flecos, así que les siguen llegando algunas ofertas, especialmente en hostelería y hoteles. "Estamos muy sorprendidos de lo tarde que se está moviendo todo este año", confirma Raúl Grijalba, director general de Manpower.

El volcán islandés, el Mundial yla reforma laboral han retrasado contratos

"Las empresas tienen las plantillas muy ajustadas. Dieron vacaciones a sus empleados para tenerlos al cien por cien en verano, pero aun así, cualquier pico de demanda les pilla con pocos trabajadores", asegura Maroño. Grijalbo añade más motivos al retraso de esta campaña: por una parte, la reforma laboral. La negociación lenta y los vaivenes sobre las nuevas condiciones de contratos y despidos que han creado "un clima de inestabilidad y desconfianza", que ha hecho que muchas empresas hayan preferido esperar para decidirse a contratar. Además, el Mundial de Fútbol ha retrasado las vacaciones de muchos europeos. "Hay países donde han esperado a que terminara para comenzar a viajar", señala. En los hoteles, las reservas se han retrasado.

Que nadie espere contratos de cinco o seis meses, "pero para mediados de julio y agosto, aún hay oportunidades", promete Adecco. Esta empresa calcula que la temporada estival se cerrará con un aumento del 10% en la contratación con respecto a 2009, "que fue un año nefasto". Las estadísticas aún estarán lejos de los veranos precrisis, pero parece que levanta un poco el vuelo. Unique, otra firma del mismo sector, la más optimista, habla de un 13% de aumento en la demanda. Manpower, sin embargo, se desmarca. "En mayo esperábamos crecimiento. Ahora calculamos que la cosa acabará igual que en 2009", lamenta. "Pero es cierto que sigue habiendo oportunidades de última hora en bancos y cajas, atención al cliente, promoción y algún puesto en logística y en hostelería", enumera.

En Sol Meliá aseguran que "la contratación de personal este año ha sido moderadamente superior a la de la temporada 2009". El grupo Inditex colgó el pasado viernes a través de la web Infojobs quince anuncios buscando dependientes en distintas ciudades de España. Mapfre, añadió una decena de ofertas para puestos de comercial.

La Confederación Española de Hoteles (CEHAT) confirma que el año está siendo duro. "En relación a la contratación del personal temporal en la hotelería para la temporada de verano 2010, estimamos en una caída del 16% en el personal contratado respecto a 2009, y cabe recordar que el año anterior se contrató cerca de un 12% menos respecto a 2008", contabiliza. La crisis y la incertidumbre, añade, obligan a las empresas a responder con contratos inesperados. "Los hoteleros no pueden prever en qué situación de ocupación se encontrarán a un mes vista, y tienen que ir solicitando a empresas de trabajo temporal o a oficinas de empleo personal para cubrir periodos muy concretos", añade.

"Más de dos millones de personas trabajan en España en el sector turístico. El 64%, en hoteles", señala Marc Correa, especialista en recursos humanos de la escuela de Turismo San Ignacio, de la Universidad Ramón Llull. En los últimos años, dice, ha habido cambios importantes en las plantillas turísticas: la destrucción de empleo ha afectado mayoritariamente a los trabajadores jóvenes y buena parte de los hoteles ha ido reduciendo el número de empleados fijos en favor de discontinuos o temporales. Esto, que en ocasiones acarrea pérdidas de calidad, permite una mayor flexibilidad. "Hoy en día ya se hacen el 60% de las reservas hoteleras por Internet. La gente decide las vacaciones en el último momento, y si el destino es cercano, no reserva hasta el día antes. Y si a esto se añaden fenómenos externos como el volcán islandés de la pasada primavera, que aumentó la incertidumbre por las cancelaciones, el resultado son hoteles contratando a última hora según van viendo cómo va la ocupación", explica Correa.

El grueso de la actividad hotelera se concentra en la costa y en ciudades como Madrid y Barcelona. ¿Vale la pena desplazarse? A estas alturas del verano, coinciden los expertos, es recomendable desplazarse solo cuando se tiene algo más o menos pactado, porque si no, entre gastos y tiempo invertido en búsquedas, puede no salir rentable. -