"Sobran universitarios y faltan bachilleres"

Carmen Herrero y Antonio Villar, catedráticos en Alicante y Sevilla e investigadores del Instituto Valenciano de Estudios Económicos (IVIE), urgieron ayer "un cambio en el modelo productivo" para superar la compleja situación económica. "Tenemos la misma tasa de paro que en 1980, pero entonces eran dos millones de parados y ahora son cuatro", recordó Villar, "se habla mucho del cambio de modelo, pero no se hace nada. Ahí sí hace falta un estudio profundo e impulso público decidido. Las empresas tienen que mejorar la calidad o cambiar el producto. Eso no cambia de la noche a la mañana, pero si no hacemos algo relevante, el desempleo puede durar años".

Herrero apuntó un necesario "cambio de mentalidad" para asumir exigencias de "movilidad de empleo o de lugar de trabajo". Y ambos subrayaron la importancia del sistema educativo. "Tal como está enfocada, los datos indican que la formación [continua de los trabajadores] no sirve para mucho, funciona mucho mejor en el interior de las empresas porque se ajusta a sus necesidades", comentó Villar. La clave del futuro está en la escuela. "La educación facilita la flexibilidad, ¿qué alternativa de empleo tiene un trabajador de la construcción en paro que dejó de estudiar a los 14 años?", se preguntó Villar.

Los autores del estudio creen que hace falta un mayor impulso público

Es necesario cambiar algunos hábitos. "La inmensa mayoría de estudiantes de bachiller en España cursan estudios superiores en la universidad. Tenemos demasiados universitarios y pocos bachilleres en relación a países como Francia o Italia".

Herrero y Villar se lanzaron a la prospectiva después de presentar un estudio sobre Desarrollo Humano en España. 1980-2007. El Índice de Desarrollo Humano es un indicador acordado por las Naciones Unidas para estimar el bienestar relativo de los países que combina datos de esperanza de vida, de alfabetización y de renta.

El estudio revela que la calidad de vida que disfrutan las comunidades más ricas y más pobres de España era mucho más homogénea en 2007 que en 1980, pero la evolución de cada una arroja notables divergencias. "Si observamos las desviaciones de la media nacional del Índice de Desarrollo Humano en 1980, 1994 y 2007 para darnos una idea de la situación relativa de las comunidades autónomas y su evolución, observamos que Extremadura ha reducido mucho su distancia a la media nacional aun cuando siga por debajo de la misma. Lo mismo sucede en Castilla-La Mancha, Andalucía y Galicia. En sentido opuesto se han comportado la Comunidad Valenciana y Murcia, que partiendo de situaciones por debajo en 1980, se encuentran en 2007 todavía más lejos". Cataluña se mantiene por encima de la media en 2007, pero también dibuja una caída muy notable respecto a 1980.

Herrero y Villar alertaron sobre la incidencia del aumento de población sobre algunos indicadores, como es el caso de la renta per cápita.

Así, los valencianos disfrutaban en 1980 de una renta per cápita próxima al 99% de la media española. En 1994, la horquilla respecto a la media española se había abierto hasta el 94,7%. Y en 2007, en lo más alto de la burbuja, apenas superaba el 90% de la media española.