El conselleiro Hernández recibe al PP coruñés en San Caetano
Hernández tranquiliza a sus alcaldes de Costa da Morte
El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, tranquilizó ayer al PP de la provincia de A Coruña: la polémica autovía Carballo-Berdoias (en la que el PSdeG ha denunciado un sobrecoste de 400 millones de euros) sigue su trámite. En la sede del Gobierno gallego, el titular de esta cartera recibió al presidente del PP de A Coruña, Carlos Negreira, y a su número dos, Diego Calvo, así como a varios alcaldes y portavoces municipales de este partido en la Costa da Morte.
El encuentro se produjo a petición del PP coruñés -la consellería explicó ayer que no tendrían problema en recibir a representantes de los otros partidos si así se le solicitaba- y sirvió a Hernández para anunciar el desbloqueo del tramo Berdoias-Cee de esta vía de alta capacidad por la que la Xunta va a pagar casi 1.000 millones de euros. El nuevo trecho se somete a estudio informativo con un coste de construcción de 26 millones de euros.
Tras la reunión, fue el presidente del PP coruñés, Carlos Negreira, quien tomó la palabra ante los periodistas para explicar el contenido de la misma. Contó que el proceso de adjudicación de la infraestructura -contra el que una de las empresas aspirante al contrato ha presentado un recurso que debe fallar la mesa de contratación- "va con absoluta normalidad" y que espera que las obras empiecen en septiembre. "Los enredos empresariales del PSOE", dijo, en alusión a la denuncia del sobrecoste, "no influirán en su puesta en marcha que se hará lo antes posible".
Diputación en juego
"La mejor noticia que nos puede dar la Xunta es que la obra se adjudique y que las máquinas estén trabajando en septiembre por la riqueza y el progreso de la comarca", remachó el propio Negreira, consciente de que su partido se juega en las próximas municipales en la Costa da Morte, la presidencia de la Diputación Provincial ahora gobernada por socialistas y nacionalistas.
El presidente del PP de A Coruña comparó el rechazo de los socialistas a que esta infraestructura acabe costando a la Xunta 1.000 millones de euros con la oposición que este mismo partido protagonizó la pasada legislatura contra la piscifactoría de Touriñán. Negreira subrayó que entonces "por culpa de algunos, los rodaballos acabaron hablando portugués", en referencia a la planta que Pescanova acabó abriendo en la localidad lusa de Mira.
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