La trastienda del jazz de Vitoria
El festival mantiene una programación paralela que ayer tuvo su comienzo con el 'picnic' de New Orleans - De madrugada, música en clubs y hoteles
Con puntualidad británica, comenzó ayer el picnic de New Orleans en el Festival de Jazz de Vitoria, ese aperitivo campestre que, por imperativos de la crisis, se ha trasladado de las campas de Armentia al escenario del pabellón de Mendizorrotza. De seis a ocho de la tarde (ni un minuto más, la final de fútbol del Mundial exigía puntualidad) para la jarana de Royal Gumbo y Duke Heitger All Stars, dos formaciones de la ciudad marcada por el huracán Katrina, que ejercieron como anfitrionas de una semana de jazz que va más allá del programa oficial.
Porque Vitoria se convierte en estos días en una ciudad volcada a la música, desde el mediodía hasta bien avanzada la madrugada. Y este año, con la incorporación de la gastronomía, de la mano del asador Sagartoki, reconocido por la calidad de sus pintxos. El cocinero Senén González ha creado diez rulos especiales que, acompañados de dos copas de "Luis Cañas Jazz Selection", se pueden degustar por 14 euros.
El 'picnic' se traslada a Mendizorrotza por las crisis
Bandas musicales locales ambientan las calles y locales de la capital alavesa
Tras este aperitivo, bien se puede acudir a alguno de los conciertos que ofrecerá en distintos escenarios del centro de Vitoria la banda Tuba Skinny, que incorpora una sorprendente cantante, Erika Lewis, que se acompaña de cinco músicos de música tradicional norteamericana que tocan lo mismo la tuba que la tabla de lavar.
Pero la cita matinal por excelencia se encuentra en el Jardín de Falerina, en el centro cultural Montehermoso. Allí, desde ayer y hasta el sábado se podrá disfrutar de algunas de las propuestas más iconoclastas de estos días, desde el componente teatral de la Fanfarre Petard, hoy lunes, hasta la versión jazzística de Kase-O, el cantante del grupo de rap, Violadores del Verso, que seguro atraerá a un público poco habitual del festival.
Y el contrapunto matinal se vive unas doce horas después, pasada la medianoche, en distintos clubs y hoteles de la ciudad. El clásico, el hotel Canciller Ayala, que contará con el trío del guitarrista de Bosto, Mark Whitfield, conocido por su vinculación con George Benson. Y este año se incorpora el recién inaugurado apartotel Jardines de Uleta, con el pianista Cyrus Chestnut que ya estuvo en Vitoria en 1994, en la sección Jazz del siglo XXI.
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