Vanguardia entre alcornoques

Un parque natural en plena sierra y la vanguardia artística más rompedora. Un cóctel perfecto para el verano. Y gratis. La segunda edición de la Ruta del Arte, que puede visitarse desde hoy en Almonaster la Real (1.800 habitantes, Huelva). Este año cuenta con la participación de cinco artistas polifacéticos que realizan sus intervenciones en completa sintonía con el entorno natural.

El objetivo es la interacción de las obras con el paisaje y el paisanaje. Los interesados en nuevas propuestas artísticas o en un gratificante día de sierra -con menos grados-, tienen una cita en este pueblo de postal, situado a unos 100 kilómetros de Huelva, que cuenta con una mezquita del siglo X.

Se puede observar cómo trabajan los creadores e incluso ayudarles

Las obras quedarán instaladas en una ruta que se puede visitar todo el año

Como parte de la interacción, hasta el próximo sábado, se podrá observar a los creadores mientras trabajan. A partir de entonces, las piezas quedarán instaladas, en un ruta de unos dos kilómetros donde podrán visitarse durante un año.

"Hemos buscado la implicación del territorio y fomentar el arte público. Las propuestas se han seleccionado con este criterio", precisó ayer Fernando Bono, director del encuentro, que destacó como objetivo la interconexión de los proyectos con el entorno.

Txiki Orozco (Ceuta, 1965) teje 200 metros con hilos y cuerdas de colores. El enorme telar contará con la colaboración de los vecinos y "cualquiera que eche una mano", señaló el artista. Mientras habla, Orozco, de larga barba negra, afila con precisión un hacha gigante. "Quiero crear un taller de arte en el que participen todos. Pero será difícil. Ayer dos chavales se apuntaron para tejer conmigo", celebró.

Gloria Martín (Alcalá de Guadaíra, Sevilla, 1980), recién llegada de un proyecto en París, ha trasladado una caseta de playa a la plaza del pueblo. La obra se llama Espacio habitable. Habrá una mirilla. Pretende confrontar el espacio privado, íntimo, con el espacio público. "Todos tenemos un mirón dentro", bromeó.

Muy cerca, el colectivo Vendaval, compuesto por los gaditanos Pablo Alonso (1970) y Rocío Arévalo (1978), numeraban pequeñas piezas geométricas. Su especialidad es el arte en la calle. Fueron elegidos para "intervenir" en Venecia (Italia). Llenaron la ciudad con módulos de colorines. Ahora, las piezas de cerámica irán de árbol a árbol. "Cada una de ellas podría equipararse a un individuo. La suma de módulos, unidos con un cable de acero, sería el entramado social", contó Alonso. Desde el lugar elegido para la instalación, se divisa, en la cima de una colina, la mezquita construida durante el califato de Córdoba. Y alrededor, alcornoques, encinas, retama, hinojo, lavanda y flores.

Jesús Algovi (Jerez, Cádiz, 1968), quizás el más internacional de los artistas -ha expuesto individualmente en Italia, Alemania, Estados Unidos y Chile- trae a la sierra onubense Preso de conciencia. Se trata de una enorme bola (con 70 centímetros de diámetro) soldada con letras de hierro extraídas de un poema de San Juan de la Cruz. La bola estará unida por una cadena y un hierro que anilla el árbol "sin dañarlo", a modo de grillete. "Esto creará una paradoja visual de un árbol preso cuyo movimiento queda impedido o retrasado por el gran peso del texto", precisó Algovi.

Este año, además, la ruta va a atravesar también el municipio. En una de las calles, Ramón David Morales (Sevilla, 1977), fundador de la Sala de eStar de Sevilla, espacio independiente para el arte más joven, ofrece tres propuestas: una escultura con herramientas del campo (como palas, azadas u hoces) que la gente del pueblo puede usar y después devolver; la colocación de pluviómetros para observar como el agua transforma el paisaje y un catálogo con fotografías de las herramientas que utilizan los trabajadores del campo.

La segunda edición de la Ruta del Arte cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Almonaster, Cajasol, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, el Grupo de Desarrollo Social y el Patronato de Turismo.