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Reportaje:Empresas & sectores

Unirse al enemigo

Las farmacéuticas españolas más innovadoras entran en los genéricos

Mientras entablaban una guerra sin cuartel contra los fabricantes de genéricos, las farmacéuticas innovadoras han optado por hacer bueno el dicho de que "si no puedes con tu enemigo, únete a él" y han ido entrando poco a poco en la producción de los llamados genéricos, un sector que ha crecido a ritmos de dos dígitos a lo largo de la actual década. "Además de que a estas empresas", explica Montserrat Almirall, directora general de la alemana Stada en España, "les resulta difícil encontrar nuevos fármacos, los genéricos son un mercado nuevo, con una proyección de ingresos elevada en el futuro". Este interés por entrar en genéricos explica que solo en un año, AESEG, la patronal del sector, "haya incorporado a la asociación 10 nuevos miembros", explica su director general, Ángel Luiz Rodríguez de la Cuerda.

El 70% de las ventas totales de la navarra Cinfa proviene de los genéricos
La industria afronta un mercado más pequeño que el que se preveía en los 90
Esteve ha adquirido compañías de genéricos en EE UU y Portugal
El sector se siente discriminado por el recorte de precios de la Administración

Aunque pueda parecer que esta actitud de realismo haya partido de multinacionales como Novartis o Sanofi (muy activas en genéricos), lo cierto es que algunas firmas españolas crearon ya sus divisiones de EFG (equivalentes farmacéuticos genéricos) a finales de los noventa, cuando se fundó en España la AESEG. Tan fuerte ha sido la necesidad de posicionarse en la producción de los fármacos sin patente que las dos terceras partes de las principales compañías españolas tienen ya filiales en el sector. La última en España en incorporarse ha sido FAES, que ha limitado por ahora su presencia a Portugal, donde firmó a final de 2009 un acuerdo con Cinfa, la líder española del mercado.

También Esteve, una de las grandes del sector innovador, ha intensificado su estrategia en genéricos estos últimos dos años. El grupo catalán, que fundó Pensa Pharma, su comercializadora de genéricos, en 2006, cuenta también con

Pharmadose, que se dedica al desarrollo y fabricación de estos fármacos para Pensa y para terceros. Y Alter, presente en nutrición infantil (Nutribén) o química fina, creó su división de genéricos ya en 1997. De momento el negocio de genéricos representa para ella en torno al 12% de su cifra de negocios, cercana a los 250 millones de euros (2008).

Otras empresas españolas con líneas de fármacos propios que tratan de crecer en genéricos son

Ferrer o Uriach. La primera, que entró en el segmento a través de su filial Tarbis en 2000, anunció este año su intención de potenciar su posición en este mercado. Uriach, también presente en fármacos innovadores (

Rupafin), servicios a la industria y biotecnología (Palau Pharma), creó su filial de genéricos, Pharmagenus, ya en 1997.

La realidad es que todos estos grupos buscan emular a Cinfa, líder del sector, con un 23% de cuota y que ha logrado convertir al genérico en su principal fuente de ingresos (70%). Esta firma navarra, fundada en 1964 y con actividad en OTC (sin receta) y en dermoestética, lanzó sus primeros genéricos en 1998 con tal éxito que no ha cesado de incrementar sus ventas en los últimos años. Han pasado de 95 millones de euros en 2005 a 183 millones en 2009.

El problema es que, de momento, ninguna de estas empresas, a excepción de Cinfa, han logrado posicionarse en los primeros puestos del ranking español de genéricos. Las primeras farmacéuticas innovadoras en la lista elaborada por IMS son Esteve (novena posición) y Alter (décima), con unas cuotas de mercado del 3,7% y el 3%, respectivamente. Las ocho primeras posiciones están copadas por empresas españolas especializadas en genéricos, como Cinfa, Normon o Kern Pharma, empresas de genéricos extranjeras, como la israelí Teva y las alemanas Ratiopharm (ahora de Teva) y Stada, o multinacionales innovadoras, como Novartis. Esteve, que facturó 944 millones de euros en 2009, obtiene de los genéricos en España entre el 3% y el 4% de sus ingresos, Tarbis tiene apenas una cuota del 0,8% y Uriach, pese a las grandes expectativas iniciales, no supera el 1%. De ahí que, para potenciar Pharmagenus, se aliara en 2008 con la británica Arrow Group.

Al margen de las posibles dificultades para competir con empresas más duchas en el nuevo sector, las farmacéuticas innovadoras españolas se han encontrado con un mercado más pequeño que el que se preveía a finales de los noventa. "Estamos en uno de los mercados más pequeños de Europa", apunta Rodríguez de la Cuerda, "con un 23% en unidades, cuando en Europa se supera el 50%, y un 9% en valor, cuando allí es del 25% o 30%". Incluso Enrique Ordieres, presidente de Cinfa, se queja de la escasa presencia de los genéricos en España. "Decidimos apostar por este sector en 1998", explica, "porque la experiencia en otros países europeos era muy buena, pero la realidad es que España no ha alcanzado la implantación de otros países".

Estos factores negativos se están agravando por la política de recorte de precios puesta en marcha por el Gobierno y que puede dañar un sector que aún está dando sus primeros pasos. La AESEG ha advertido de que la reducción adicional de precios (del 25%) en los genéricos derivada del Decreto Ley 4/2010 "podría suponer la pérdida de 2.000 empleos" de los 6.500 directos y 26.000 indirectos que tiene el sector.

"Nos ha sorprendido", subraya Ordieres, "que el gran peso del recorte de precios haya recaído sobre los genéricos, un 25%, mientras que los innovadores los han reducido solo un 7,5%". Montserrat Almirall cree que "a estos precios, algunos productos no podrán producirse".

De resultas de estas insuficiencias de mercado y limitaciones de precios, algunas de las divisiones de genéricos de las empresas innovadoras siguen presentando resultados negativos. Pharmagenus, la filial de genéricos de Uriach, cerró 2007 y 2008 con resultados negativos; Pensa Pharma, de Esteve, presentó resultados negativos en 2008, y Tarbis, de Ferrer, ha tenido altibajos fuertes en su facturación, con unos beneficios poco significativos.

Ante esto, estas empresas buscan aire fuera de España. Alter acaba de crear filiales en Francia e Italia para comercializar sus genéricos. Pero la más audaz a la hora de plantearse una estrategia internacional para su división de genéricos ha sido Pensa (Esteve), que acaba de adquirir los laboratorios Breckenbridge en EE UU, y compró ya la lusa

ToLife en 2008. Esta empresa cuenta hoy con filiales muy activas en EE UU, Portugal, Italia Turquía y Suecia.

Quizá sean estas dificultades las que expliquen que empresas como Almirall y FAES se muestren remisas a entrar en el sector. FAES afirma no tener interés en entrar en el sector español de genéricos y apunta que "las operaciones quedan limitadas exclusivamente a Portugal, a través del acuerdo con Cinfa". Menor aún es el interés de Almirall. "Respetamos los genéricos", explica un portavoz, "pero para nosotros lo importante es el desarrollo de productos innovadores. Sin investigación no habrá nuevos productos que contribuyan a mejorar la salud de la humanidad". -

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