Sevilla, Málaga y Jaén ponen pantallas para la final del Mundial

Los Ayuntamientos de Sevilla, Málaga y Jaén han preparado para hoy grandes pantallas para que los ciudadanos que quieran puedan ver la final del Mundial de fútbol que enfrenta a España y Holanda.

En Sevilla, se podrá ver en el palacio de los deportes de San Pablo, donde habrá una pantalla de ocho por seis metros que se instalará en uno de los fondos del pabellón. De esta manera, los aficionados podrán distribuirse por las dos gradas laterales, el otro fondo y la pista.

El acceso del público se producirá desde dos horas antes del comienzo del encuentro, es decir, desde las 18.30, de manera gratuita y hasta completar el aforo, con capacidad para 8.000 personas.

El Ayuntamiento de Málaga, mientras, ha habilitado una pantalla gigante en la plaza de toros de La Malagueta para que los vecinos de la ciudad puedan acudir a ver la final del Mundial. El Ayuntamiento instalará una pantalla panorámica gigante de 33 metros cuadrados y de alta definición. La entrada será gratuita hasta que se complete el aforo, que asciende a 5.000 personas. La plaza de toros de Málaga abrirá también a las 18.30.

Por su parte, el Ayuntamiento de Jaén ha optado por instalar una gran pantalla en la plaza de toros de La Alameda. El objetivo de la organización es reunir a unas 10.000 personas y, por este motivo, se abrirá la plaza a las 19.00 horas, una hora y media antes de que empiece el último partido de la competición. En otras provincias, hay varias iniciativas de pantallas gigantes promovidas por empresas privadas.

Casi todos los ayuntamientos están también tomando medidas de seguridad para evitar que la fiesta se vaya de las manos en caso de que España se imponga hoy en la final. Es el caso del Ayuntamiento de Córdoba, que como ya ha hecho en otras ocasiones a la celebración de competiciones deportivas de gran trascendencia, ha decidido vallar la fuente y el conjunto escultórico del Gran Capitán ubicado en el centro de la Plaza de las Tendillas, para evitar su deterioro durante la previsible celebración que harán allí los aficionados.