Acercamientos y posturas

En algunas ocasiones surgen interesantes paralelismos dentro de la programación expositiva al coincidir en el tiempo propuestas que tejen lazos y conexiones inesperadas. Este es el caso de los proyectos presentados por Lothar Baumgarten y Alexander Apóstol en sendas galerías madrileñas y que tienen Venezuela como territorio común. En cierta manera, ambos trabajos vendrían a trazar un amplio marco conceptual y cronológico que podría llevarnos desde las culturas indígenas hasta la construcción y quiebra del proyecto nacional venezolano. Para la que supone su primera presentación en una galería española, Lothar Baumgarten (Rheinsberg, 1944) ha realizado un equilibrado e interesante proyecto que permite tener una visión bastante completa tanto de su práctica como de sus intereses: la dialéctica cultura / naturaleza, la relación entre forma y lenguaje, las culturas primitivas, la singular utilización de la tipografía o el específico diálogo con el espacio y la arquitectura en cada una de sus instalaciones. Todo ello está presente en una muestra que aparece claramente estructurada en tres bloques. El primero de ellos reúne un grupo de fotografías pertenecientes a la serie Culture-Nature que comenzó a realizar a finales de los años sesenta. Imágenes en las que a través de la manipulación morfológica y contextual de diversos objetos y formas traza una lectura tan melancólica como paródica de la contradictoria relación que hemos llegado a establecer entre la esfera cultural y material, y el medio natural. El tono irónico o autoirónico que predomina en la lectura que Baumgarten hace de nuestra desmitificada relación con la naturaleza alcanza una especie de conclusión en la obra Makunaíma, una fotografía que expresa con rotundidad el fracaso histórico del encuentro entre la cultura occidental y las sociedades primitivas, y cómo ese fracaso ejemplifica o representa la pérdida del equilibrio natural con el entorno.

Una lectura que encuentra la resonancia adecuada en el segundo bloque que configura esta muestra, consistente en dos proyecciones de diapositivas. Una de ellas muestra la cotidianeidad de los Yanomami durante el tiempo que el artista convivió con ellos a finales de los años setenta. Destaca en esta secuencia de imágenes la singular posición de Baumgarten como observador, una posición desde la que más que observar acompaña, y desde la cual "naturaliza" la realidad de los Yanomami estableciendo con ellos un entramado de proximidad orgánica que descarta cualquier tipo de exotismo en su mirada. Se manifiesta así con toda rotundidad, y como contrapunto a las contradicciones que explicitaba la serie Culture/Nature, una relación con la naturaleza que se despliega sin ambigüedades. En la segunda proyección se establece un recorrido por el paisaje venezolano que nos lleva desde una visión originaria, salvaje, virgen y casi mítica, hasta la transformación sin tregua provocada por la explotación de los recursos naturales. Ocupando la zona central de la galería se presenta la tercera y última sección de esta propuesta, una instalación desarrollada específicamente para este espacio donde reconfigura su obra La Gran Sabana (1977). Adaptándose de un modo ejemplar a las proporciones y condiciones de la arquitectura y descartando la iluminación artificial, Baumgarten despliega en el lugar un conjunto de chinchorros que cruzan el espacio y dibuja en las paredes los nombres nativos de los ríos del sur de Venezuela. Y sutilmente coloca dos elementos que actúan como referentes o artefactos culturales: un hacha y un quinqué. Abre así una dialéctica y un juego de resonancias entre espacios, tiempos y culturas.

Las culturas primitivas y la naturaleza en tensión con las señales del progreso y la explotación económica, el referente geográfico y cartográfico que dibujan los nombres de los ríos en relación con la estructura habitacional y casi doméstica que conforma la presencia de las hamacas en el espacio. Una lectura final que viene a sintetizar su singular exploración de la colisión dialéctica entre lo espiritual y lo profano, entre cultura y naturaleza, entre coexistencia o simbiosis y progreso.

Desde otra perspectiva, que podría terminar resultando complementaria, se presenta el proyecto de Alexander Apóstol (Barquisimeto, 1969). Bajo el título Ensayando la postura nacional, ha llevado a cabo una serie de escenificaciones en las que reproduce diferentes obras del pintor venezolano Centeno Vallenilla, un simbolista que contribuyó a forjar el imaginario nacional idealizando el cuerpo y la raza, y mitificando la historia y los símbolos del país. Su trabajo, especialmente apreciado durante la dictadura de Pérez Jiménez en los años cincuenta, contribuyó a plasmar el Nuevo Ideal Nacional propugnado por el dictador. En manos de Alexander Apóstol, esta iconografía exaltadora de la historia patria se convierte en un intenso comentario crítico acerca del fracaso del proyecto de modernización del país. En coherencia con buena parte de su obra, en este nuevo proyecto vuelve a abordar con excelentes resultados la dialéctica entre mito y realidad, entre utopía y deterioro. El juego irónico que se establece en el propio título de la serie entre Proyecto Nacional y Postura Nacional señala claramente hacia el núcleo esencial del proyecto: una reflexión sobre la relación entre realidad y simulacro. Así como las imágenes son un simulacro de los cuadros de Centeno Vallenilla, del mismo modo, y como señala el propio artista, Venezuela imagina utopías que terminan resultando simulacros de país. En sus duplicados, Apóstol ha optado por mantener estricta y fielmente las figuras humanas con sus posturas exactas procediendo a sustituir el fondo alegórico. Un mecanismo que le permite poner de relieve claramente la artificialidad de la imaginería y de los diferentes arquetipos. Los personajes y los símbolos patrios rebotan contra un espacio contextual que ya no remite al ideal, sino precisamente a su deterioro o su fracaso. Todo queda reducido a una simple postura, a un imposible equilibrio, como pone de manifiesto el vídeo que se presenta junto a las diferentes fotografías, en el cual pueden observarse las dificultades que experimentan los modelos para mantener las mismas posturas que aparecen en las pinturas tomadas como referencia.