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Reportaje:SUDÁFRICA 2010 | España, en semifinales

Reunión en el club de críquet

Antes del partido contra Chile, el núcleo duro se conjuró para ganar el Mundial

Dos días antes del partido contra Chile, el núcleo duro de los hombres de Del Bosque se reunió para marcarse un objetivo: jugar la final del Mundial. "No seáis tan tontos de dejar escapar esta oportunidad", les dijo Hierro, que se sumó a la reunión de los veteranos. Días antes de que España disputase el trascendental tercer partido de la fase de grupos, una frase de Vicente Del Bosque despertó al equipo: "Si perdemos, no pasa nada, tranquilos. La responsabilidad será mía". Trató el seleccionador, seguramente, de restarle presión a un grupo ganador como ninguno se haya reunido jamás bajo la camiseta de La Roja, del número 1, Casillas, portero titular, líder y capitán del grupo, al número 23, Víctor Valdés, portero las últimas ocho temporadas del Barcelona. "Tienen hambre. Lo que hicieron no les basta, ellos quieren más", les reconoció Del Bosque en rueda de prensa a esta extraordinaria generación de futbolistas, tan comprometida con la causa de ganar el Mundial que más que sumar esfuerzos, los multiplican. "Su mayor fuerza es que están convencidos", reconocen en el cuerpo técnico.

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Los jugadores más bregados de La Roja, el núcleo duro, empezaron a darse cuenta de que si no ganaban contra Chile, más allá del cariñoso abrazo protector de Del Bosque, sucedería una cosa terrible: se irían a casa en la primera fase y por el resto de sus vidas se les quedaría cara de tontos, convencidos como están de que tienen plantilla suficiente para ganar el Mundial de Sudáfrica tras imponerse en la pasada Eurocopa. Más allá de que la prensa señalara o no a Del Bosque como culpable, ellos, los jugadores, entendieron que no se iban a perdonar dejar escapar una oportunidad como esta.

Así que esos hombres que se sorprendieron pensando lo mismo, se descubrieron un día, casi sin querer, sentados en un salón del club de críquet donde pasan las horas muertas en Potchefstroom. "Habíamos cogido miedo el día de Suiza, no podía ser", cuentan en el equipo. Se juntaron y, según testigos, decidieron zarandear al resto del grupo con un mensaje. Allí estaban Casillas, Puyol, Xabi Alonso, Marchena y Fernando Torres. Luego aparecieron Capdevila, Iniesta y alguno más. Sentado con ellos terminó Fernando Hierro, que les dio la razón. "Nos dijo: 'No seáis tontos, este tren no volverá a pasar por vuestras vidas", dicen en el vestuario. Esa tarde, en la reunión del club de críquet, España se subió al tren que les ha traído hasta la semifinal. No les basta. Aquella tarde decidieron que iban a por el Mundial.

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