Charlín saldrá de la cárcel el día 14

El septuagenario narcotraficante Manuel Charlín Gama abandonará la prisión de A Lama el 14 de julio, según confirmaron fuentes de Instituciones Penitenciarias. Tras permanecer 20 años ininterrumpidos entre rejas, su calendario penal se ha visto recortado en aplicación de una nueva doctrina del Tribunal Constitucional.

En continuo conflicto con los tribunales de justicia, incluso antes de ser detenido en la operación Nécora de la que fue absuelto, Manuel Charlín Gama, de 78 años, sale limpio de la cárcel, sólo con antecedentes policiales, tras ser condenado a 20 años por narcotráfico, 13 por blanqueo y quedar al margen en otras tres investigaciones abiertas por la Audiencia Nacional, en dos de las cuales estuvo en prisión preventiva.

Precisamente estas dos causas que no llegaron a convertirlo en acusado dieron un vuelco a su expediente. Así, una sentencia del Tribunal Supremo obligó a la Audiencia Nacional a realizar una nueva liquidación de sus condenas. Según el fallo, se debía computar como parte de la pena cumplida el tiempo que estuvo como preso preventivo de otras causas (tres años y cuatro meses), en cumplimiento de la reciente jurisprudencia del Constitucional.

Además de ser el patriarca del famoso clan familiar de narcotraficantes, conocido como Los Charlines, también se le considera el fundador del negocio de los estupefacientes en Galicia, que abrió las puertas a los carteles colombianos de la cocaína y a las mafias del hachís marroquí desde finales de la década de los ochenta, con la mayor flota naviera que operaba desde las ría de Arousa.

Pero dos de sus colaboradores arrepentidos destaparon al gran capo Manuel Charlín, aunque esta fuera una faceta que ocultaba a través de múltiples negocios. Sus ex socios le acusaron de organizar incontables cargamentos de los que en su mayoría logró salir impune. Uno de ellos, Manuel Baúlo, murió asesinado por sicarios colombianos, mientras Manuel Padín ha visto recortados sus privilegios como testigo protegido.

Envejecido y enfermo del corazón, Charlín regresa a su casa de Vilanova de Arousa, aparentemente arruinado por las multas millonarias que todavía el Estado está saldando con él y su familia derivadas de la condena por blanqueo. Aunque pudieron recuperar unas pocas propiedades del extenso patrimonio embargado, no decomisado, en sentencia firme de marzo de 2007, el pago se irá haciendo efectivo con la subasta de los bienes que aún está en proceso.

Una liquidación económica de la que se desconoce si finalmente arrojará un déficit para las arcas públicas y, en ese caso, qué recursos se arbitrarán para cubrirlo. De hecho, algunas propiedades han sufrido un enorme deterioro desde que fueron intervenidas en 1997 y por tanto su valor podría no ser el mismo que tenía entonces, tasado en más de 30 millones de euros.

Pero en medio de esta aparente ruina, Los Charlines no han dejado de sorprender. En mayo de 2008, la familia llegó a pagar 800.000 euros para rescatar parte de sus propiedades y saldar las deudas con las trabajadoras de la antigua conservera Charpo, cuyos terrenos están en proceso de expropiación por Portos de Galicia para construir allí el futuro teatro Valle Inclán. Con la puja que hizo la nieta del patriarca, Natalia Somoza, la depuradora Sochar, en A Illa de Arousa, volvió a ser propiedad de Los Charlines por 500.000 euros, así como unos terrenos en O Terrón, Vilanova de Arousa, por los que pagaron 295.000 euros. Su madre, Teresa Charlín, única absuelta en el proceso por blanqueo, estuvo presente en la subasta e hizo indicaciones a su hija de cómo debía proceder.