Un técnico de Ourense confiesa que falseó una certificación

El técnico Miguel Reza que certificó la obra de la planta de biomasa por la que la asociación local Ceivam -que presidía el actual delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez- percibió de forma supuestamente fraudulenta dinero de la Union Europea, incurrió ayer en una contradicción ante el juez. Reza acudió como imputado por un posible delito de falsificación de certificación y, a preguntas de la acusación, reconoció que había avalado con su firma la existencia de maquinaria que nunca llegó a estar en la planta de biomasa.

Reza explicó que las maquinas que acreditó que existían fueron cambiadas por otras "del mismo valor". Ante la insistencia del letrado de los demandantes, Reza llegó a reconocer que la maquinaria que certificó no habría cabido por la puerta de la edificación.

Junto a él compareció, también en calidad de imputado, el secretario del Ayuntamiento de Arnoia durante los mandatos de Rogelio Martínez, Pablo Fernández Loureiro. Este se mostró mas firme en su declaración e insistió en que los proyectos de obra que acreditó de la planta de biomasa se "ajustaban a la realidad", pese a que existe documentación que evidencia que la nave llevaba ya años construida. Así lo confirmaron los miembros de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) O Carballo. Estos testigos coincidieron en que la edificación era la misma y que solo cambiaron las tejas y le dieron una mano de pintura.