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El fiscal investiga la comunidad hindú denunciada en Granada

La Fiscalía de Granada ha iniciado una investigación para aclarar qué ocurre en la comunidad hinduista Vadika Pratisthana Sangha que ha sido denunciada por supuestas víctimas. Antiguos integrantes aseguran que han sido manipulados y explotados laboral e incluso sexualmente. El Ministerio Público ha abierto diligencias de investigación penal para determinar si se comete o ha cometido algún delito.

La investigación se encuentra en fase inicial pero contará con la declaración de ex adeptos y del líder de la comunidad, Antonio Javier Plazas, que no ha rebatido personalmente ninguna de las acusaciones. Lo hizo, con la lectura de un comunicado, la vicepresidenta de la asociación, Tara Shakti Chaitanya, quien argumenta que todo se debe a una "persecución". La asociación de víctimas lo niega y aclara que respeta las creencias y sólo se dirige contra el supuesto gurú al que tildan de "fiasco". La asociación para la prevención de la manipulación sectaria, RedUNE, considera que se trata de una "secta destructiva".

El Defensor del Ciudadano de Granada, Melchor Sáiz-Pardo, trasladó a la Fiscalía Superior de Andalucía la información aportada por una familia que quiere "recuperar" a su hija. También dio traslado del testimonio de la joven que sostiene actúa por voluntad propia. Le compete a la fiscalía provincial el caso y es esta la que ha iniciado una investigación para depurar responsabilidades penales, si las hay.

La comunidad lleva casi 30 años asentada en Granada, pero sus ex adeptos se reparten por todo el país puesto que el reclamo de las clases de yoga o vyaman, otra de las disciplinas que imparte, atrae a muchos universitarios. Calculan que los directamente afectados superan el centenar.

Los ex adeptos consideran que la comunidad es una "organización sumamente dañina y destructiva para la sociedad" que se escuda en una "fachada religiosa" para actuar impunemente alterando la personalidad de sus miembros. Acusan a Plazas de "explotar sistemáticamente" a las víctimas y por eso le trasladan apoyo a los que aún están dentro. Su "aislamiento social" no es elegido libremente, dicen.

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