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Reportaje:SUDÁFRICA 2010 | Octavos de final: España-Portugal

Portugal se vuelve conservador

Único imbatido en la competición, el conjunto de Queiroz prima la defensa y abandona su tradicional aire romántico

Portugal tuvo siempre un cierto aire romántico, exhibicionista. Futbolistas de buen pie muy dados a adornarse ante la grada. Era un gusto presenciar un partido suyo, independientemente de los resultados, nada malos para un país de 10 millones de habitantes: un tercer puesto en Inglaterra 1966 y un cuarto en Alemania 2006. Cada década disfrutó de jugadores emblemáticos: Eusebio, Coluna y Simões en los sesenta, Chalana en los setenta y ochenta, Futre en los ochenta y noventa y Figo y Rui Costa en el inicio del siglo. Carlos Queiroz, sin embargo, se ha propuesto un objetivo: quitarle todos los adornos para quedarse con un equipo pragmático hasta los huesos. Portugal prima tanto la defensa que el diario luso Publico sugirió ayer que el partido frente a España será como una secuela del Barcelona-Inter de las semifinales de la última Champions.

Eduardo, el portero, debutó en febrero y en 18 partidos solo ha encajado tres goles
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Partiendo de la misma base, la predilección de futbolistas aseados con el balón, España y Portugal han evolucionado por caminos dispares. Así lo confirman los números de la primera fase. El conjunto de Vicente del Bosque, por ejemplo, ha dado más de 700 pases correctos que el de Queiroz: 1.717 frente a 1.009. En minutos de posesión, España se impone claramente: 103 por los 74 de Portugal. Por no hablar de los intentos regateadores de los chicos de Del Bosque (76), más del doble que los quiebros lusos (35). España ataca más y lo demuestra en los centros desde las bandas (71 desde la derecha y 49 desde la izquierda frente a los 39 y 20 de los vecinos). Portugal, en cambio, suma tres goles más (siete), todos marcados de una tacada a Corea del Norte. Su porcentaje de acierto, un 15%, dobla al de los españoles (7%).

Aparte de las transiciones rápidas y de las contras canalizadas por Danny, Tiago y Cristiano Ronaldo, el punto fuerte de Portugal es, sin duda, su andamiaje defensivo. Imbatido todavía a pesar de que a su portero, Eduardo, le rematan más veces, 43, que a Casillas, 25. El conjunto de Queiroz no se sonroja defendiéndose atrás, colgado de su portero, de ahí que solo le hayan señalado cuatro fueras de juego a favor.

En el Mundial de Alemania 2006, Eduardo dos Reyes Carvalho contempló en directo el cuarto puesto de su selección. Pero no desde el campo ni siquiera desde el banquillo, sino como espectador: era entonces, ya con 24 años, portero del Sporting de Braga B. El equipo en el que se formó le cedió al Beira Mar en 2006 y al Vitoria de Setúbal en 2007. Allí ganó la Copa de la Liga al Sporting de Lisboa y paró tres penaltis. Regresó de titular a Braga y solo encajó 20 goles en la pasada campaña. La selección no le llegó hasta febrero pasado, con 27 años, después de que Queiroz, escocido por la goleada sufrida ante Brasil en un amistoso (6-2), decidiera prescindir de Quim. Eduardo debutó frente a Finlandia y, desde entonces, en 18 partidos, solo ha recibido tres goles: uno del albanés Bogdani, otro del danés Bendtner y el tercero del camerunés Webó.

La principal preocupación de Queiroz, en el cargo desde julio de 2008, ha sido la defensa. Buscó un lateral izquierdo que era un extremo, Coentrão; encontró un portero, Eduardo, y reconvirtió a un central, Pepe, en mediocentro de contención. Fue su manera de echar el cerrojo. El central del Madrid, tras seis meses de lesión, no tiene ritmo y es probable que juegue Pedro Mendes. Le acompañarán Meireles y Tiago en lo que supone un bloque de hormigón. Reforzado por una de las parejas de centrales más fiables del torneo, Bruno Alves y Carvalho. En el lateral derecho, la lesión de Bosingwa obligó a Queiroz a citar a Miguel y Ferreira sin convencerle ninguno de los dos: ante Brasil jugó en esa posición el central Ricardo Costa.

"Frente a España daremos un paso al frente para ganar", dijo ayer un relajado Queiroz, desmintiendo que en Portugal se defiendan 10 y ataque uno, Cristiano. Dando a entender que, respecto al empate sin goles ante Brasil, quizá dé entrada a Liedson en punta y desplace al madridista a uno de los extremos, preferentemente al derecho, para buscar las cosquillas al lateral izquierdo Capdevila. "Danny, Deco, Cristiano y Liedson son un dolor de cabeza para cualquier rival", argumentó Queiroz, sin olvidar que, por encima de todo, su equipo es "realista y pragmático". Básicamente, conservador.

Carvalho juguetea con la pelota en una sesión preparatoria.
Carvalho juguetea con la pelota en una sesión preparatoria.ALEJANDRO RUESGA

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