El Azkena bate récords

La novena edición del Azkena Rock Festival batió todos los récords de asistencia de su historia al congregar entre el jueves y el sábado pasados a un total de 44.433 personas, 10.000 más que el año pasado. Sólo ha habido otra edición de repercusión similar (44.093 asistentes), la de 2006, con Pearl Jam como principal atractivo. En el cartel de este año, "uno de los mejores" desde el inicio según los organizadores, destacaban Kiss y Bob Dylan, quienes ofrecieron el viernes y el sábado, respectivamente, dos espectáculos tan opuestos como aplaudidos por el público.

La última jornada estuvo marcada por la lluvia, que deslució un poco los conciertos de la noche. Los vizcaínos Audience y los cacere-ños Maggot Brain, que desgranaron su último disco, Land, dieron los primeros acordes del día. El rock & roll puro de TheRussian Rulettes y el blues garage de The Cubical dieron paso al aplaudido Robert Gordon y los apasionantes NRBQ, quienes protagonizaron una de las anécdotas de la jornada. A mitad del concierto, uno de los dos teclados que manejaba el virtuoso Terry Adams dejó de funcionar, aunque el músico logró que el contratiempo apenas se notara. Paul McCartney, Keith Richards y el mismísimo Bob Dylan, que tocó justo después, son fans de esta banda, lo que da una idea de su entidad.

Apenas se notó que uno de los teclados de Terry Adams dejó de funcionar

El esperado 'hardcore' melódico de Bad Religión reunió a 17.920 personas

Entre canción y canción, el heterogéneo público -había hasta algún bebé rockero- apuraba cervezas y exhibía indumentaria rockabilly' y pseudo punk. Hubo quien quiso refrescarse del bochorno de primeras horas de la tarde en una pequeña piscina colocada en el recinto.

Dylan, ajeno como siempre a cualquier artificio, y los otros cinco componentes de la banda ofrecieron un repertorio de 13 temas entre el country y el blues durante algo más de hora y media. Reticente a las fotos, el legendario artista cerró su aclamado concierto con Like a rolling stone.

El poderoso directo de Toilet boys, quienes homenajearon a los Ramones, entusiasmó al público, que siguió atónito los cambios de vestuario de Guy, el cantante de la banda neoyorquina. Chris Isaak presentó Mr Lucky y The Hives, tan elegantes como siempre, no defraudaron con sus contagiosas canciones. Una de las actuaciones más esperadas fue la última, ya de madrugada. Bad Religión, el grupo que inventó el hardcore melódico, cerró la jornada más populosa del Azkena (17.920 personas).

Una treintena de grupos y solistas han pasado por los dos escenarios de Mendizabala. Al margen de las estrellas consolidadas, este ha sido el festival de bandas desconocidas para el público español, como Kitty, Daisy & Lewis y The Hold Steady o Imelda May. Celebrado por primera vez en 2002, los organizadores del Azkena empezaron ayer mismo a preparar el del año que viene, que celebrará su décimo aniversario.