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Reportaje:Economía global

Jordania, arcas vacías

El país árabe intenta salir de la crisis al estilo europeo, con subidas de impuestos y recorte de gastos

La economía jordana pasa por una larga travesía en el desierto marcada por la crisis financiera, la caída del comercio exterior y los vaivenes del precio del petróleo. Jordania, que obtiene sus recursos del turismo y de la inversión extranjera, es uno de los pocos países de Oriente Próximo que no posee millonarias reservas de crudo, lo que le sitúa como un oasis productivo en medio de vecinos ricos en petróleo como Arabia Saudí e Irak.

Jordania registró un crecimiento del PIB del 2,8% durante el año 2009, tras haber avanzado una media del 8% anual entre 2004 y 2008. Para este año, el Ejecutivo espera que el país crezca más de un 4%, gracias a un dinámico segundo semestre impulsado por la recuperación mundial. Técnicamente la economía jordana no ha entrado en recesión desde que comenzara la crisis económica mundial hace dos años, pero a cambio sus cuentas públicas se han resentido, la inflación se ha duplicado hasta el 8% y el paro ha aumentado hasta el 13% de la población.

Una buena señal: los ingresos por turismo crecen un 31,3%

El principal problema ha sido la caída en picado en la recaudación estatal. Uno de los factores de este desajuste ha sido la ralentización del consumo interno generada por el retroceso de las remesas de inmigrantes, pero además por el aumento de la factura del petróleo -que Jordania importa casi en su totalidad- y la reducción del volumen de negocio con sus vecinos, que han recortado sus inversiones en el país por la inestabilidad en el precio del crudo durante los primeros seis meses del año. Para compensar estas caídas, el Ejecutivo ha anunciado recortes fiscales y aumento de impuestos.

La situación actual de las arcas públicas nos dice que durante 2009 el déficit fiscal se disparó hasta el 9% del PIB, después de la puesta en marcha de un recorte en el impuesto sobre la renta y de planes estatales de inversión pública para reactivar la economía. Este gasto ha complicado además la deuda pública, que por primera vez en la década representará cerca del 60% del PIB. El objetivo para este año es recortar el gasto en unos 1.400 millones de euros y reducir el desequilibrio fiscal al 6,3% del PIB. La meta final es acercarse al 3% al finalizar el año 2013.

En cuanto a los nuevos impuestos, el Gobierno ha anunciado aumentos del IVA sobre la gasolina, el agua y algunos artículos de consumo como bebidas alcohólicas, tabaco y café. La medida irá acompañada de recortes en las pensiones de las rentas más altas, que ya están en marcha, y una reducción lineal en los costes operativos de la Administración pública. Frente al gran revuelo político y social que han levantado estas medidas, el Ejecutivo ha advertido de que estas alzas no perjudicarán a los jordanos de bajos ingresos, que seguirán manteniendo su red de protección social y subvenciones.

Dentro de este complejo panorama, Jordania se aferra a su sector turístico, boyante durante la crisis económica. Los datos del propio Gobierno indican que los ingresos procedentes del turismo aumentaron un 31,3% en el primer trimestre de 2010, equivalentes a 990 millones de dólares. Durante 2009, este sector fue la segunda fuente de ingreso de divisas después de las remesas de los jordanos en el extranjero, generando el 13% del PIB, unos 2.900 millones de dólares. El objetivo es que el peso del turismo crezca hasta el 17% del PIB en los próximos seis años. -

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