El eterno femenino
Sobrevivió al cáncer y vuelve a la discoteca, su fuerte. Repasamos con Kylie Minogue los errores y aciertos de una vida bajo los focos, una semana antes de que actúe en el Orgullo Gay de Madrid.
En un pequeño hotel de Londres suena Aphrodite (EMI), undécimo álbum de Kylie Minogue, a la venta el 6 de julio. Nos rodean cuadros mitológicos, lujosos cortinones y cabezas de carnero. ¿Ha querido el decorador escenificar la decadencia de la industria discográfica? Sobre la mesa, un Vanity Fair español con Andrés Velencoso, modelo catalán y pareja de Kylie, desnudo en portada.
EP3. Me estás poniendo difícil ignorar a tu novio en esta entrevista.
Kylie Minogue. Mejor la apartamos por el momento, entonces.
EP3. ¿Estás enamorada?
K. M. Interesante pregunta... Sí. Estamos cruzando una montaña rusa, en la parte más alta, desde donde podemos ver las partes más excitantes.
EP3. Tienes fama de encantadora. Parece que no te hicieron falta grandes titulares o polémicas para llegar al estrellato. ¿Alguna vez desearías ser más agresiva?
"Me preocuparía acabar en Las Vegas en un espectáculo con gatos"
K. M. Sé que soy muy fuerte. Un paquete pequeño con una constitución recia. No necesito demostrarlo con agresividad.
Han pasado 22 años desde que los productores británicos Stock, Aitken & Waterman encontraran en una joven, guapa y normalísima australiana su gran baza para dominar las listas de éxitos de finales de los ochenta. Kylie tomó finalmente las riendas de su carrera en los noventa, pero el éxito masivo no regresaría hasta su reciclaje como diva disco en 2000. "Soy consciente de que ahora todo el mundo quiere escribir canciones para mí", asevera.
EP3. ¿Crees que tienes el control total sobre tu carrera ahora mismo?
K. M. No, no lo creo. En absoluto.
EP3. ¿Eres feliz con ello?
K. M. Sí. Es imposible mantener el control. En mi oficina trabajan cuatro personas, sin contar a la discográfica. ¿Cómo vas a estar segura de que ese programa de televisión que vas a grabar en Barcelona es lo mejor para tu carrera?
Su relativamente decepcionante último álbum, X, unido al cáncer de pecho del que ya ha "superado lo peor", la sitúan en un punto de inflexión artístico y personal, debatiéndose entre el continuismo acomodado y el riesgo controlado. "No tenía ninguna idea preconcebida sobre cómo quería que fuese Aphrodite. Estaba bastante confusa. Sólo sabía que tenía que empezar, como si fuera un lienzo en blanco. No sabes qué es lo que va a ocurrir hasta que te pones a pintar". Kylie también sabe mostrarse autocrítica. "Quería aprender de mis errores. Body language y X tenían momentos fantásticos. In my arms y Slow [los dos sencillos más relevantes de estos álbumes] eran increíbles. Pero deseaba más coherencia, no canciones inconexas. Por eso contactamos con Stuart Price como productor ejecutivo". Price le da cohesión al sonido de un disco que, como es habitual en el pop comercial, es un maremágnum de compositores y productores.
EP3. En los últimos años, los principales productores trabajan para todos los artistas y se ha llegado a un punto en que todos los artistas pop parecen intercambiables.
K. M. Estoy de acuerdo. Por eso Stuart me dijo: "Tú tienes que ser lo más importante. Los productores no pueden superponerse a ti". Y yo dije: "Genial".
EP3. Tus canciones hablan de amor, de chicos, de bailar... ¿No echas de menos exponerte un poco más?
K. M. A veces. De hecho, compuse Ruffle my feathers cuando me diagnosticaron el cáncer. Me habría encantado que entrara en X.
EP3. No puedo creer que se quedara fuera una canción que querías que entrara en el disco.
K. M. No tenía suficiente confianza en mí misma en aquel momento. Para mi equipo solo hay un lema: el mejor tema gana.
EP3. Las canciones que grabaste con RedOne, el productor de Lady Gaga, ¿no están en el disco porque no eran buenas?
K. M. Correcto. Obviamente, era consciente de lo que podía ocurrir si acababa sonando como ella. Pero la verdadera razón es que solo trabajamos dos días juntos. Si hubiésemos tenido dos semanas, la historia podría haber sido diferente.
EP3. ¿Te preocupa acabar siendo una artista solo para el público gay?
K. M. Me preocuparía acabar en Las Vegas con un espectáculo con gatos. En mis conciertos veo a muchos gays, pero también a familias enteras. Y, sinceramente, si eso llegara a ocurrir, hay cosas mucho peores. Nos lo pasaríamos muy bien todos juntos.
EP3. ¿Has superado emocionalmente el cáncer?
K. M. No. En absoluto.
Sus ojos se enrojecen. Kylie parece genuinamente emocionada. Vulnerable y humildemente carismática. Una adorable superestrella del pop resignada a seguir girando en el bucle artístico en el que la industria parece tenerla atrapada.
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