Elorza y Olano postergan sin fecha la ampliación del Kursaal

La ampliación del Kursaal donostiarra es la última víctima de la crisis. El diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, y el alcalde donostiarra, Odón Elorza, acordaron ayer echar el freno a este proyecto, pese a considerarlo necesario para la ciudad, debido a la falta de músculo financiero de las instituciones públicas para hacer frente a esta inversión. El coste de la creación de una gran sala subterránea de 1.500 metros cuadrados en el palacio de congresos se había cuantificado en 14 millones de euros, más el IVA.

La Diputación y el Ayuntamiento habían tratado en reuniones previas la posibilidad de retrasar el inicio de las obras, previsto para comienzos de 2011. Sus dos máximos representantes ratificaron ayer en una reunión del Consejo de Administración la decisión de posponer sin fecha la ampliación del Kursaal.

El Ministerio de Medio Ambiente, que inicialmente se mostraba reticente a crear un espacio cerrado en el subsuelo -una parte se introducía bajo la playa de La Zurriola-, dio finalmente su visto bueno al proyecto a comienzos de este año, y el consistorio ya había preparado los cambios necesarios en su planeamiento urbanístico para acometer las obras.

Sin embargo, como ha sucedido recientemente con la redefinición y recorte que se aplicará al centro cultural Tabakalera, la actual situación económica ha llevado a Olano y Elorza a echar el freno al nuevo Kursaal.

En principio, la inversión prevista ascendía a 10 millones de euros, pero los últimos informes encargados elevan esa cifra hasta los 14 millones. La Diputación y el Ayuntamiento se han echado atrás pese a que el propio Kursaal, que cuenta con más de dos millones en su tesorería, estaba dispuesto a afrontar los gastos del primer año.

La diputada de Cultura de Guipúzcoa, María Jesús Aranburu, del PNV, resucitó ayer la polémica por el proyecto de Tabakalera. Manifestó que Elorza ha actuado en este asunto con "deslealtad institucional". El Parlamento aprobó además una declaración de apoyo a esta infraestructura con los votos del PNV, PSE, PP y Aralar.