Tony King pide cumplir la pena de cárcel en Reino Unido
El Gobierno decidirá si extradita al asesino de Rocío Wanninkhof
El británico Tony Alexander King, condenado por los asesinatos de las jóvenes malagueñas Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof, quiere cumplir los 23 años que le quedan para saldar sus cuentas con la justicia española en una prisión británica. Su defensa lo ha solicitado al Ministerio de Justicia, por cauces diferentes de la vía judicial, y será el Consejo de Ministros quien finalmente decida.
El último tribunal que le juzgó por un intento de violación cometido en Benalmádena en 2001 y que le condenó a siete años de prisión, debe fijar estos días la pena máxima que debe cumplir, informó ayer La Opinión de Málaga. El tope está en los 30 años, según la legislación española.
Una vez que se ejecute esta última condena, el Gobierno español tiene que plantearse si le permite que cumpla en su país el resto de la pena. En caso afirmativo se le deberá aplicar el convenio de extradición de presos firmado entre el Reino Unido y España.
King lleva encarcelado desde el 21 de septiembre de 2003 y actualmente se encuentra en el penal de Herrera de la Mancha (Ciudad Real).
El británico tiene que cumplir tres condenas: 36 años de prisión por violar y asesinar a la joven de 17 años Sonia Carabantes en agosto de 2003 en Coín (Málaga); 19 años de cárcel por el asesinato de la joven de Mijas Rocío Wanninkhof en octubre de 1999; y otros siete por un intento de violación a una mujer de Benalmádena en junio de 2001.
Antes de asentarse en la Costa del Sol, cambió de nombre. En el Reino Unido, donde cumplió condena por delitos de agresión sexual, estaba registrado como Tony Bromwich y fue apodado El estrangulador de Holloway.
King fue detenido el 18 de septiembre de 2003 en el municipio malagueño de Alhaurín El Grande. Su compañera sentimental informó al Cuerpo Nacional de Policía de que había visto unos restos de sangre en la ropa del británico y arañazos en la cara en la noche en la que desapareció Sonia Carabantes. También contó a los agentes que aquella noche el detenido había estado en la feria del municipio de Coín.
El perfil genético de King localizado en las uñas de la joven asesinada en Coín coincidió con el extraído de una colilla que se encontró en el lugar en el que fue asesinada Rocío Wanninkhof, lo que permitió a los investigadores conectar ambos crímenes.
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