Dimite la directora del plan de cría en cautividad del lince

Tras seis años de lucha por la salvación del lince ibérico, una de las especies más amenazadas del planeta, la bióloga y veterinaria Astrid Vargas, directora del programa de cría en cautividad del felino, anunció ayer su dimisión.

A pesar del enorme éxito del proyecto desde su implantación a finales de 2003 -se atajó la vertiginosa desaparición del lince y cuenta actualmente con unos 300 ejemplares-, la marcha de Vargas se produce en un momento bastante crítico. Una enfermedad renal de origen aún sin determinar, aunque parece que desencadenada por un error humano, afectó a principios de año al 40% de los 70 ejemplares del programa de cría que dirige.

Vargas cuenta con un gran reconocimiento en el mundo científico ya que, entre otros logros, recuperó de una situación crítica al turón de patas negras en Estados Unidos. La bióloga no quiso hacer declaraciones ayer. Se despidió del cargo a través de una carta dirigida a sus compañeros en la que señalaba lo importante que había sido "establecer unos cimientos sólidos y crear equipos humanos profesionales, flexibles y autosuficientes, de tal manera que la continuidad del programa no dependiese de individuos concretos". Sobre las razones de su marcha, se limitó a mencionar la necesidad de "un descanso" para "coger fuerza antes de retomar el camino profesional que tenía en mente antes de 2003".

El programa de cría, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, tiene como objetivos asegurar la conservación del material genético del lince y crear nuevas poblaciones a través de la reintroducción en el medio natural (in situ). En estos momentos cuenta el de cautividad con 78 ejemplares y permanece así por delante de las proyecciones establecidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en 2004.

El año pasado nacieron 18 cachorros, el récord de este plan, que desde 2005 ha registrado 50 nacimientos. "Incluso no contando con los linces que presentan un deterioro renal irreversible, el programa se mantiene por delante de los 56 linces proyectados, número a partir del cual la UICN consideraba oportuno comenzar la reintroducción de linces nacidos en cautividad", aseguró Vargas en su carta.

Fernando Hiraldo, director de la Estación Biológica de Doñana, calificó ayer su trabajo de "magnífico" y criticó la falta de reconocimiento por parte del ministerio. Los grupos ecologistas alabaron su trabajo y manifestaron su temor a un recorte presupuestario del programa.