"¡El Alcorcón ya es de Segunda, oe, oe, oe!"

Cuando ya algunos seguidores del Alcorcón lo daban todo por perdido, justo en el minuto 90, Íñigo hizo vibrar de pasión a miles de seguidores alcorconeros que vieron la hazaña de su equipo al subir a Segunda A tras vencer al Ontinyent. Los seguidores eufóricos invadieron el terreno de juego pese a que aún quedaban dos minutos para la conclusión del encuentro. El Alcorcón había conseguido su gesta, la segunda tras la eliminación del Real Madrid de la Copa del Rey.

El partido empezó mal para los locales, dos goles en el minuto 24 de Daniel Torres y en el 35 de Raúl Muñoz por parte del Ontinyent hacían muy difícil que el equipo amarillo subiera de categoría. El estallido de gozo saltó en el minuto 84 cuando el colegiado extremeño Fernando López pitaba un penalti al Alcorcón. El encargado de tirarlo fue Mora pero Rangel, el portero visitante, logró pararlo. Uno de en los que mejor se vio la desesperación fue en el reserva Sergio que, arrodillado, se puso a llorar desconsolado.

La fiesta continuó cuando el equipo llegó a la plaza de Los Cantos

Pero justo en el minuto 90, el número 18 Íñigo López protagonizó el milagro. La euforia hizo que miles de espectadores se lanzaran al campo de juego, que abrazaran a los jugadores, que sintieran la victoria... Hasta que intervino la policía y los vigilantes de seguridad que tuvieron que desalojar el césped para poder continuar el encuentro. "El Alcorcón de segunda, oe, oe, oe" fue el grito más coreado por los seguidores. La marea amarilla estaba expectante a que salieran los jugadores del Ontinyent que se denegaron a disputar los dos últimos minutos. Tardaron unos 20 minutos en hacerlo hasta que el colegiado pitó el final del partido.

A partir de ahí todo fueron carreras, abrazos, lloros y mucha, mucha alegría. "Estoy muerto. Es lo mejor que me ha pasado, llevo ocho años en Segunda B y esto es una alegría enorme", señaló el autor del gol. Junto a él, sus compañeros en el vestuario no dejaban de corear su nombre, de mojarle y de auparle. "No somos conscientes de lo que hemos conseguido. Esto es el Alcorcón, hacer sufrir hasta el último minuto", explicó Diego, uno de los jugadores.

La cara triste la pusieron los jugadores del Ontinyent, muchos de los cuales se fueron llorando. "No es justo, hemos jugado muy bien", explicó el número 16 Javier Rubio.

Centenares y centenares de seguidores se congregaron en la mítica plaza de los Cantos, bastión amarillo para las celebraciones del Alcorcón. "El año que viene ya somos de Segunda", fue el grito más coreado mientras algunos apasionados se mojaban en la fuente. El éxtasis llegó a las 23.45 cuando un autobús con los jugadores del Alcorcón llegó a la fuente. La gente se puso a saltar y a cantar "Alcorcón, oe, oe, oe. Alcorcón, oe, oe, oe". "Cualquier persona que se dedica al deporte sabe que lo más importante es subir de categoría, y Alcorcón ha logrado una gran hazaña", resumía con tono pausado el presidente del Alcorcón, Esteban Márquez. Junto a él el alcalde, el socialista Enrique Cascallana, que anunció que pedirá un esfuerzo a los empresarios de la localidad para que patrocinen al equipo.