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Gómez lanza un órdago

El líder socialista escenifica la autonomía del PSM respecto a Ferraz - Unos 40 cargos políticos piden la designación del secretario general como candidato

Jesús Sérvulo González

El secretario general del PSM, Tomás Gómez, ha lanzado un órdago: quiere ser el candidato socialista para enfrentarse a Esperanza Aguirre (PP) en las elecciones autonómicas del próximo año. Cree que la presidenta regional está sufriendo un severo desgaste por el supuesto espionaje y por el caso Gürtel. Considera que existe la posibilidad de que pierda la mayoría absoluta. En ese caso, se vería capacitado para gobernar. El problema es que aún no es el aspirante oficial y el panorama no juega a su favor. Las encuestas revelan una gran desafección de la militancia socialista, poco conocimiento de la figura de Gómez y un descenso en la intención de voto del PSM.

Por eso, ayer durante el comité regional del partido, máximo órgano político entre congresos, Gómez escenificó un respaldo masivo en torno a su figura. Unos 40 cargos políticos del partido, entre los que estaban el diputado regional José Cepeda, o el senador Juan Barranco, reclamaron en público la designación de Gómez como candidato socialista para las próximas elecciones a la Comunidad de Madrid. Lo hicieron en contra de lo dictado por Ferraz, sede de la dirección del PSOE nacional, que había dado instrucciones de aplazar el debate sobre las candidaturas hasta después del congreso federal, que se celebrará el próximo 17 de julio.

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Gómez lanzó su órdago durante su intervención ante el comité regional. Ante algo menos de 400 delegados, el secretario general pronunció un discurso muy izquierdista. Habló del fracaso del modelo económico, de la necesidad de que Europa lidere un cambio de patrón más social y propuso un paquete de medidas muy progresistas. Gravar a los bancos, a las grandes fortunas... Iniciativas alternativas a las adoptadas por el Gobierno central. Además, avanzó que se reunirá con Cándido Méndez, máximo representante de UGT, y con Ignacio Fernández Toxo, el líder de CC OO. El anuncio coincide con la semana en que el Gobierno socialista presenta la reforma laboral y los sindicatos anuncian la convocatoria de una huelga general en septiembre. Durante la hora que duró su intervención, Gómez no nombró ni una sola vez a José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno y secretario general del PSOE.

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Tras el discurso del líder madrileño se sucedieron más de un centenar de intervenciones de los delegados en los que la gran mayoría le mostró su apoyo. Apenas hubo espacio para la crítica. Para repasar cuestiones internas o hacer un examen sobre la delicada situación del partido. "Ha convertido un cónclave político en un acto de afirmación. ¿Pero ante quién? Está creando sus propios fantasmas...", asegura un cargo que apoya su candidatura. Otro dirigente algo más crítico con la gestión del líder socialista concluye que Gómez ha planteado el debate de la autonomía del PSM respecto al federal. "En estos momentos le favorece una estrategia de confrontación con el federal para ocultar su situación", desliza. "El comité debía servir para mostrar el apoyo del PSM a Zapatero, pero se ha convertido en un acto para que Gómez se postule", explica otro alto cargo socialista. La candidatura de Gómez aún está en el aire y el líder socialista ha decidido jugar sus cartas.

"Ha habido sobreactuación. No había necesidad de mostrar ese poder", reflexiona otro dirigente socialista que no se encuadra entre los críticos. "Ha forzado una situación para ahuyentar a los candidatos a las primarias o despegar las dudas que tenga el federal con otro candidato", prosigue. Otro de los asistentes considera que la estrategia de lanzar un pulso al federal "al final le saldrá bien". Y añade: "Las expectativas electorales no son buenas y la situación interna del partido, el desgaste del Gobierno, le beneficia".El líder de los socialistas madrileños convocó el comité regional con la intención de que se celebrase antes que el congreso federal del PSOE, saltándose el calendario oficial. Así, se aseguraba aprobar la comisión de listas y sellar la adhesión de aquellos cargos que fueran incluidos entre los candidatos.

Tras el comité regional ha quedado la sensación entre los dirigentes socialistas de que se está con Gómez o contra él. La mayoría de los asistentes mostraron su respaldo al líder madrileño. Pero hubo muchas ausencias en el cónclave celebrado en la sede de UGT, en la avenida de América. Otros que no se sienten incómodos con el dirigente socialista creen que el acto ha servido para "abonar una hipotética guerra con la dirección federal en el caso de que opten por otro candidato".

La intervención del secretario general del PSM fue aplaudida. Mostró su perfil más izquierdista. Se enfundó el traje de profesor universitario y explicó con detalle el origen de una crisis global creada por la actuación voraz de los mercados financieros y "el fracaso de un modelo en el que lo económico primó sobre lo político". El máximo responsable socialista en Madrid apuntó a una solución socialdemócrata a la crisis. "La respuesta debe venir de Europa y de la izquierda". Por eso, reclamó una nueva regulación y propuso medida para controlarlos y pidió nuevas tasas para las rentas altas. "Creo en los impuestos, porque son los que sostienen los servicios públicos y las políticas. Sin impuesto no habría Estado ni servicios públicos, ni nada; pero debe pagar más el que más tiene", dijo.

"Es curioso que aparezca ahora como el abanderado de la izquierda cuando fue el primero que pidió la supresión del impuesto sobre el patrimonio, o abogó por la privatización de la gestión de la sanidad...", lanza un destacado dirigente socialista. Entre los más críticos, el grupo minoritario que se hace llamar Socialistas por el Cambio, reclamó más contundencia para apoyar las impopulares medidas del Gobierno estatal. El diputado socialista, Óscar Blanco, se erigió en portavoz de este sector y criticó que en el comité se aprobaran las comisiones de listas y la de garantías electorales. "No tocaba porque así lo había pedido Zapatero. Ahora lo que tenemos que hacer es explicar a los ciudadanos las medidas del Gobierno y no airear los asuntos internos".

Gómez reclamó a los militantes, en su intervención, que se movilicen: "Os pido que habléis con la gente, que no se arrugue nadie, porque tenemos más que razones para defender a nuestro partido, a nuestro Gobierno y nuestro proyecto".

Óscar Blanco le acusó de no hacer nada para articular la movilización: "No hay campañas, mesas ni charlas". Sus declaraciones despertaron gran malestar entre algunos miembros de la ejecutiva regional del PSM, los más afines a Gómez. El secretario de Política Territorial del partido, Jesús Dionisio, espetó con ironía: "Claro que apoyamos a Zapatero. Nosotros lo apoyamos". Gómez ha lanzado un órdago. La partida está en marcha y Ferraz tiene la mano.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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