El Consell se aferra al trasvase del Ebro a los seis años de su derogación

El pleno del Consell no se reunía en Alicante desde diciembre de 2008. Y lo hizo ayer en una reunión de puro trámite, en la que no hubo medidas ni planes para combatir la crisis económica, pero en la que, sin embargo, se aprobó una declaración institucional en la que se critica al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con motivo del sexto aniversario de la derogación del trasvase del Ebro. La decisión del Consell provocó fisuras y malestar en el PP de Aragón, cuyo portavoz en las Cortes de esa comunidad, Eloy Suárez, aseguró que el presidente Francisco Camps "se equivoca" porque en el discurso de Mariano Rajoy ya no está el trasvase del Ebro.

El Gobierno valenciano, paralizado por el caso Gürtel, se aferró ayer a su discurso favorito, el de la guerra del agua, que es de los que más réditos electorales le han generado. El vicepresidente tercero, Juan Cotino, dio por hecho que el agua del Ebro hoy "estaría ya en Alicante, y no lo está por culpa de Zapatero".

Cotino dice que el PP "no descansará" hasta que se retome el proyecto

El dirigente del PP buceó en la historia y se remontó hasta el Gobierno de la Segunda República, a junio de 1937, cuando un plan hidrológico incluyó el trasvase hacia el sur de la Comunidad Valenciana. "Todos los gobiernos, de diferente signo político desde Suárez, Aznar o González, lo tenían claro y llegó Zapatero y por decreto ley modificó el Plan Hidrológico Nacional", dijo Cotino, quien introdujo otro de los argumentos favoritos del PP: el agravio con Cataluña. Aunque para ello tuviera que recurrir a comparar el trasvase de 350 hectómetros cúbicos del Ebro a la Comunidad Valenciana con una conducción de 0,62 hectómetros cúbicos al año para atender el consumo urbano de cuatro pueblos catalanes hasta que solucionen sus problemas de abastecimiento.

El Consell, además, cifró en 1.200 millones de euros las ayudas europeas para ejecutar esta obra que "se han ido al mar", cuando en realidad la Unión Europea nunca aprobó ese dinero para el trasvase del Ebro y, en cambio, sí destinó el dinero para obras hidráulicas al Programa Agua del Gobierno central.

Cotino también aludió a los puestos de trabajo perdidos por la derogación del trasvase -medio millón, según sus cálculos-, pero no a los que se han creado con obras alternativas para ganar agua, incluidas las del propio Consell. El consejero recurrió asimismo a una de las estadísticas favoritas del PP, la de los trasvase perdidos por el agua que se vierte al mar, por más que esos recursos alimenten el ecosistema del Delta del Ebro. En lo que va de año, el río ha llevado al mar más de 6.000 hectómetros cúbicos, que son "17 veces lo que tenía que venir a la Comunidad Valenciana", enfatizó.

El consejero advirtió que el PP valenciano "no descansará" hasta lograr que se retome el proyecto tal y como estaba. "Es igual de urgente y prioritario hoy que el día que comenzaron las obras", añadió.

En la misma línea, el también consejero y portavoz del Grupo Popular en las Cortes, Rafael Blasco, declaró que "la defunción" del trasvase del Ebro fue "el primer castigo de Zapatero a la Comunidad Valenciana, que dura ya seis años". Los dirigentes del PP, tanto de Valencia como de Murcia, salieron en tromba a repetir todos estos argumentos para reabrir la polémica del trasvase, descartado por el Gobierno socialista, entre otros motivos, por su elevado coste e impacto ambiental.

Además, el PP en Aragón se encargó de recordar a Camps que Mariano Rajoy también ha descartado este proyecto. El portavoz del PP en las Cortes de Aragón, Eloy Suárez, aseguró que el presidente valenciano, Francisco Camps "se equivoca porque el discurso del PP a nivel nacional no es el discurso del trasvase" del Ebro. El presidente del Consell "haría mucho mejor en pedir, en reivindicar, las obras del Pacto del Agua, por ahí iría mejor para todos", recalcó Suárez en los pasillos de las Cortes autónomas.

El portavoz del PP aragonés insistió en que el programa del PP "es meridianamente claro en esta cuestión y el trasvase del Ebro no figura en él", mientras que sí están las "obras del Pacto del Agua" y esa es "la estrategia que tiene el PP en el tema hidráulico". Suárez apostilló que su otra preocupación en materia hidráulica es que las obras de ese pacto "no han avanzando absolutamente nada con un Gobierno socialista en España y en Aragón", por lo que la región "no tiene un solo hectómetro cúbico más de agua".