El vencimiento de los futuros anima la Bolsa

La proximidad del vencimiento mensual de los contratos de opciones y futuros sobre el Ibex 35, junto con las primeras aclaraciones sobre la salud de las entidades financieras españolas, favoreció un nuevo avance de la Bolsa española, aunque bastante limitado a los grandes valores.

El Ibex 35 abrió bajo la presión vendedora del día anterior, lo que le llevó a ceder el 0,33%, pero la tranquilidad llegó poco a poco al sector bancario y las cotizaciones se recuperaron con cierta facilidad. En poco más de dos horas el Ibex 35 alcanzaba los 9.841,30 puntos, con una subida del 1,63%, pero los inversores se mostraron muy selectivos y pronto centraron toda su atención en los grandes valores, aquellos que más influyen con su ponderación en las oscilaciones del Ibex 35. Al cierre de la sesión, este índice subió el 0,74%, mientras que los valores medianos del mercado cedieron el 0,34% y los pequeños ganaron el 0,20%.

La colocación de deuda española en los mercados volvió a desarrollarse con facilidad, aunque a los precios que dictaron los agentes del mercado que han venido presionando para obtener algunas ventajas. La presión cedió ligeramente en el mercado secundario de deuda y el diferencial con Alemania descendió en 12 puntos básicos, hasta 217 puntos.

En conjunto, los mercados de valores de la eurozona acusaron la extrema cautela de los inversores ante el establecimiento de una tasa a la banca por parte de la UE, aunque las cotizaciones del sector no se vieron muy afectadas por un coste que las entidades van a trasladar a sus clientes.

La preocupación se trasladó a Estados Unidos, donde los indicadores económicos apuntan cada vez más a una ralentización de la recuperación. El índice de actividad manufacturera de la Reserva Federal de Filadelfia bajó en junio 13,4 puntos, hasta situarse en ocho puntos, mientras que los índices avanzados mostraban un crecimiento mínimo en mayo, tras el parón registrado en abril. Para colmo de males, las solicitudes de desempleo siguieron subiendo en la última semana.

Los mercados recibieron estos datos con bastante frialdad, pues confirman que habrá que adaptar el ritmo de las inversiones al de un crecimiento económico que empieza a defraudar las expectativas más optimistas a ambos lados del Atlántico.