"Nuestro deber es rebelarnos"

"Estoy contrariado", dijo Vicente del Bosque, el seleccionador español, "y lo primero que siento es rebeldía". Después de un año encadenando victorias, España sufrió un golpe que transporta a la hinchada, a los técnicos y a los jugadores a una época de fatalidad. Un tiempo en el que nada parecía salirle bien a la selección, y que pareció definitivamente superado en la Eurocopa de 2008. Quizá por eso, Del Bosque, que entró en escena mordiéndose los labios, confesó su rabia. "No es un buen síntoma perder el primer partido porque nunca un campeón del mundo ha perdido su partido inaugural. Ahora nuestro deber es rebelarnos contra la adversidad".

"Siempre se puede perder, pero esta vez no lo hemos merecido", agregó. "Ahora me anima un sentimiento de revancha. No podemos conformarnos y agachar la cabeza. No podemos seguir pensando en la mala suerte que hemos tenido. Pensando así los suizos casi nos hacen otro gol en un contraataque en el que nos han pillado un poco deslavazados".

"Hemos buscado la victoria con orden y coherencia, no solo teniendo el balón"

La última vez que España perdió su primer partido en el Mundial, en 1998, contra Nigeria, los jugadores estaban aislados bajo la confusa dirección del seleccionador, Javier Clemente, cuya única estrategia deportiva consistió en enfrentar al vestuario con una multitud de enemigos externos, reales e imaginarios. Ayer, en los túneles del estadio de Durban, el único testigo de aquella tarde en el estadio de La Beaujoire, en Saint-Étienne, era Fernando Hierro. El director general de la federación y Del Bosque han procurado conducir las cosas de modo tal que los jugadores lleguen a la competición sin preocupaciones añadidas ni conflictos. En Durban reinaba la armonía. La caravana que alcanzó este apacible puerto del Índico no tenía nada que ver con el equipo de 1998. Sin embargo, el resultado ha sido el mismo: una derrota y la perspectiva de una remontada complicada ante Honduras y, sobre todo, Chile.

Hierro negó que exista una relación histórica entre su generación y la generación actual. El director general considera que estos jugadores, a diferencia de los de su época, están acostumbrados a ganar títulos internacionales desde 1999, cuando Casillas logró el Mundial sub 20. "Estos son jugadores que han vivido otro tipo de experiencia", reflexionó Hierro. "Yo creo que se tienen que agarrar a su fuerza como grupo y como equipo. Todo lo que sea restar y volver a mirar atrás es negativo. Lo importante es que el equipo confía en sí mismo y en sus posibilidades. Volver la vista atrás es restar y tenemos que ser positivos".

Del Bosque defendió la línea de juego de su equipo. "Nosotros hemos intentado ganar de la forma más ortodoxa posible", dijo, "y también hemos intentado la épica al final. Yo creo en el orden y hemos buscado la victoria con orden y coherencia, no solo teniendo el balón sino también buscando ser profundos. Ellos han intentado generar situaciones a balón parado, con córners, faltas, saques laterales y saques de portería. Creo que se han llevado un premio excesivo para su fútbol. No hay otra lectura".