Capitán y hermano mayor

Iker Casillas afronta su tercer Mundial bajo los palos de la selección española. Hoy, en Durban, contra Suiza, jugará el noveno partido en un evento de tal magnitud. Lejos le quedan todavía los 16 que jugó Zubizarreta en los cuatro Mundiales que disputó, pero a Iker le sobran motivos para sentirse orgulloso: será el primero en el que ejerza de capitán, brazalete heredado de Raúl.

"Estoy orgulloso y contento", reconoció ayer el de Móstoles, que mantiene su estatus en la élite de los mejores porteros del mundo porque su nivel es tan alto que no le afecta llevar dos años sin levantar un título con el Madrid. Iker es el líder y el equipo lo sabe, lo sabe Del Bosque y lo tiene claro la afición, por mucho que él le quite importancia: "Hay otros futbolistas importantes a nivel mundial en el equipo, jugadores que han ganado seis títulos a nivel de club", dijo. Citó en especial a dos, porqué Pique, Busquets, Pedrito, Valdés son novatos y Andrés Iniesta a día de hoy solo ha participado en el de Alemania. "Xavi y Puyol ya estaban en el 2000. Yo soy capitán porque llevo más partidos, pero su aportación al grupo es importantísima", les reconoció.

Sostiene Casillas que por mucho talento que tenga esta selección, aquello que Luis llamaba el grupo ha crecido de manera espectacular: "Más que un equipo, somos una familia. Luis supo inculcar el espíritu al equipo y Vicente del Bosque lo ha mantenido igual. Como personas no se parecen en nada, pero los dos han conseguido que en este equipo dé gusto jugar", dijo ayer a las puertas del debut contra Suiza.

Duda el capitán de que este equipo sea mejor que el que ganó la Eurocopa: "No sé, ojalá nos lo preguntemos el 11 de julio. Todo se rige por los resultados. Por muy buena selección que tengas, si no se consigue el Mundial, todo quedará en nada", recordó, práctico como siempre. Tan práctico que volvió a despreciar la etiqueta de favorito. "En un Mundial todo es diferente. Venimos con ilusión pero nos equivocaríamos si pensáramos que por que nos den como favoritos está todo hecho". Reconoció, en cualquier caso, que si hablan de ellos como favoritos será por algo: "Escucho hablar a gente que sabe de fútbol... Lo bueno es que nosotros somos prudentes y precavidos. A día de hoy hemos hecho una clasificación digna, pero hay que ser prudentes y respetar a los demás".

Iker lo tiene claro: "El rival aprovecha cualquier error. Tienes que estar preparado para todo y más con esta pelota", comentó. Y criticó al balón: "Parece que hacen las pelotas contra los futbolistas, especialmente contra los porteros y contra el propio fútbol", dijo. Y en esas, a las puertas de su tercer Mundial, solo tiene un deseo: "Tenemos que empezar con una victoria". A partir de ahí, Iker seguirá haciendo historia. Justo lo que viene haciendo desde que un día del mes de junio del 2002 jugó en Gwangju, contra Eslovenia, su primer partido en un Mundial.