Fregonas y peritos tras la inundación de Villaverde
"Todo roto". Con ese balance analiza la inundación de su piso Mónica Guijo, una vecina que desespera al tiempo que descubre los incontables daños en su domicilio del número 2 de la calle de Domingo Párraga (distrito de Villaverde). Una rotura en una tubería del Canal de Isabel II durante la madrugada del sábado al domingo anegó los pisos bajos y los locales comerciales situados entre los números 2 y 10 de la citada calle.
Los miles de litros de agua que se perdieron formaron una laguna de medio metro de profundidad a lo largo de la vía que no solo obligó a cortar la calle dos días, sino que también estropeó los coches aparcados, causó daños millonarios en algunos de los negocios y obligó a desalojar a varios vecinos de los pisos bajos más afectados, que poco pueden recuperar seco y limpio en sus casas.
La laguna desapareció el domingo, pero el trabajo comienza ahora. Ayer algunos de los afectados se afanaban en arreglar los desperfectos y recuperar sus pertenencias mientras unos operarios trabajaban en el gigantesco socavón (de varios metros de anchura y profundidad) que hubo que abrir para reparar la rotura del tubo. Un agujero en medio de la acera que estará tapado y asfaltado el miércoles, según el Canal, pero que por el momento corta el paso a los transeúntes como Priscila Reyes, una invidente que ahora necesita ayuda para recorrer la cortada y embarrada calle que antes atravesaba sola a diario.
"Se me han roto las cámaras frigoríficas, la máquina de tabaco, la tragaperras... y mira cómo se ha quedado mi bar", enumera Antonio Oropesa, el dueño del bar Zapa, uno de los cinco negocios afectados. Antonio ha tenido que echar el cierre hasta que pueda reformar el local, y no sabe aún calcular las pérdidas. La misma "desgracia" que sufre Saturnino Castro, el dueño de un taller en el número 6, que estima en unos 30.000 euros las pérdidas por la maquinaria y los coches dañados en su negocio.
Unos cuantos peritos del Canal y de diferentes compañías visitaban ayer los comercios y los domicilios para ir calculando daños. El Canal, que asume la culpa, califica la rotura de fortuita y afirma que se responsabilizará de todos los gastos, las reparaciones y las indemnizaciones. "Los vecinos que tengan seguro tienen que recurrir a ellos, que más tarde nos pasarán los gastos. Los que no lo tengan tienen que acudir a nosotros directamente", explicaba una portavoz del Canal.
Algunos de los más afectados se quejaban de haber pasado dos días sin recibir información ni ayuda para realojarse, aunque a lo largo de la jornada fueron encontrando soluciones con sus compañías. "Hace seis años unas obras causaron algo parecido", se quejaba Antonio. "Y es importante que arreglen", añadió, "pero más importante aún es que no vuelva a pasar".
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