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Reportaje:

Europa del Este, zona de alto riesgo

Polonia y República Checa son islas de estabilidad en un entorno hostil

Cristina Galindo

Los temores a que Hungría sufriera una crisis de deuda como la griega han podido resultar exagerados, pero han hecho pensar a los inversores que el este de Europa no es un lugar tan seguro como pensaban. Desde que el Fondo Monetario Internacional (FMI) saliera al rescate de Hungría, Rumania y Letonia, en el otoño de 2008, los países de la zona se han ganado la imagen de ser los más austeros y los más combativos contra el déficit y la deuda pública. Sin embargo, el crecimiento no acaba de despegar y la inestabilidad política sigue pasando factura a las antiguas economías comunistas.

La situación es realmente delicada en países como Rumania, Bulgaria y los países bálticos, que, según pronosticó la consultora Capital Economics en febrero pasado, registrarán caídas o crecimiento cero del producto interior bruto (PIB) en 2010 por segundo año consecutivo, debido a la fragilidad de sus sectores financieros. Se salvan de la quema Polonia -la única economía de la UE que esquivó la crisis en 2009- y República Checa, cuyos Gobiernos prevén un crecimiento del PIB del 3% y del 1,4% para este año, respectivamente. Sin embargo, Polonia se enfrenta a un riesgo: su déficit público alcanzará a final de año el 6,9%.

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En Rumania, el primer ministro, Emil Boc, se enfrenta el martes a una huelga general y una moción de censura contra sus planes de recortar los sueldos del sector público un 25% y las pensiones y las prestaciones que cobran los desempleados un 15%. El país debe poner en marcha estas duras medidas si quiere disponer del último tramo pendiente de la línea de crédito de 20.000 millones de euros que le concedieron el FMI y la UE.

Tampoco se salva la vecina Bulgaria. La oficina de estadística de la UE, Eurostat, acaba de anunciar su decisión de enviar una misión en el segundo semestre de 2010 para investigar si el país falsificó sus datos sobre su déficit en 2009, ante las dudas suscitadas por "los procedimientos metodológicos empleados". "La crisis ha destruido todo lo que hizo crecer a Bulgaria, como los créditos baratos y el boom inmobiliario, así que la cuestión ahora es qué será el motor de crecimiento; Bulgaria sobrevivió a la crisis, pero la cuestión es si podrá sobrevivir a la recuperación", afirma en conversación telefónica desde Sofía el analista Ivan Krastev, presidente del Centro para Estrategias Liberales. Bulgaria prevé crecer un 1% este año, según el pronóstico oficial. "Es muy poco para un país tan pobre como este", señala el experto.

Intentar poner en marcha medidas de austeridad ha resultado caro a los Gobiernos de Lituania y Letonia, que en marzo pasado perdieron la mayoría en el Parlamento por este motivo. Hay que tener en cuenta que el FMI le pide a Lituania, cuya economía se desplomó un 15% en 2009, que aplique ajustes equivalentes al 5,5% del PIB si quiere llevar su déficit al 3% en 2012, y todo ello después de estar un año y medio aplicando la tijera por donde puede, para mayor descontento y cansancio de la población. En Letonia, el Gobierno intenta subir los impuestos y llevar a cabo un nuevo recorte del gasto social y los salarios públicos.

Mientras tanto, crecen los temores en la zona de que los actuales socios del euro se olviden del resto. Así lo expresó recientemente el Gobierno polaco. "Los países que no están en la zona euro pueden acabar siendo víctimas de la emergencia de dos UE, una que comparte la divisa y otra que agrupa el resto", advierte Ivan Krastev. La mayor preocupación se centra en la propuesta de Alemania de retirar los fondos comunitarios a los países que no cumplan las reglas fiscales de la Unión, una medida que potencialmente puede perjudicar más a los nuevos socios, ya que dependen en mayor medida de la ayuda comunitaria para salir adelante.

Pese a todas las dudas, algunos inversores lo tienen claro: apuestan por el este de Europa. Es el caso de Mark Mobius, de la firma Franklin Templeton, uno de los mayores expertos en mercados emergentes de la industria de fondos de inversión. "Los precios han alcanzado un nivel en el que vuelven a parecer interesantes. La región es irregular, pero nos gusta Polonia", afirma en un comentario publicado días después del caos organizado por los comentarios sobre Hungría. El experto planea aumentar su exposición en la zona y advierte: "En los mercados emergentes, la percepción del riesgo es bastante diferente el riesgo real".

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.
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