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Análisis:EL ACENTO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Pablo, Felipe y José Luis

El PSOE aspira a "concluir con los antagonismos sociales y establecer la solidaridad humana", dijo Pablo Iglesias, fundador y secretario de ese partido, para finalizar su primer discurso en el Parlamento, días después de haber sido el primer socialista elegido diputado. Lo fue en mayo de 1910 como miembro de la candidatura por Madrid de la conjunción republicano-socialista, que agrupaba al PSOE y varios partidos liberales.

Hace dos días, el actual secretario general, Rodríguez Zapatero, y su predecesor, Felipe González, presidieron la conmemoración del centenario de aquel hito en un acto celebrado en las Cortes. Ambos estuvieron a la altura esperada en el cruce de trayectorias que escenificaron ante varios cientos de socialistas.

Felipe parecía volver de algún sitio al que Zapatero se dirigía, y se encontraron a medio camino. El actual presidente ha vivido en las últimas semanas una experiencia acelerada de adaptación a la realidad; un camino que el otro recorrió hace casi 30 años.

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Pero cada uno lo hizo a su estilo, como si temieran defraudar la imagen que el espejo de la opinión pública tiene de ellos. Zapatero -el optimista antropológico que hace una década ganó al Congreso del PSOE con el mensaje "pues yo creo que no estamos tan mal"-, negando que haya depresión en las filas de su partido; Felipe, dando por supuesto que la hay y explicando que cuando las cosas van mal él se olvida de críticas como la de que es de necios rectificar cada día, y actúa con disciplina "pura y dura" de militante.

Aunque habló de otras cosas, el discurso de Zapatero pareció una charla dada en la sede de Ferraz, mientras que el de Felipe sonó a informe del Grupo de Sabios sobre el futuro de Europa. Lo que no le impidió aconsejar al más joven protegerse de las dentelladas a la yugular que atribuyó al PP, cuyos votos puede necesitar el otro para sacar adelante la reforma laboral.

Algo que tienen en común es el factor Z: esa letra, que figura en los apellidos de todos los presidentes elegidos en España desde Alcalá Zamora, la llevan González Márquez y Rodríguez Zapatero por partida doble. Mientras que al aspirante a sucederles como presidente, Mariano Rajoy Brey, es la penúltima letra del abecedario la que se le repite.

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