A Mariña se recupera del diluvio con nueve carreteras cortadas

El diluvio que se cebó con A Mariña comenzó a remitir ayer y ahora llega el peritaje para afrontar la reconstrucción de los daños que causó el agua. Nueve carreteras seguían ayer cortadas en Lugo, siete en la costa, y la normalidad tardará en llegar. La última alerta dejó precipitaciones de 27,2 litros por metro cuadrado en Ribadeo o 26,4 en Burela. Ahora, las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología dicen que el temporal tiende a remitir "claramente" y únicamente habrá precipitaciones débiles y dispersas que irán desapareciendo el fin de semana.

La alerta amarilla que se decretó en la noche del miércoles se prolongó hasta las 21 horas de ayer. En este tiempo las nubes vaciaron cantidades ingentes de agua que dejaron tantas secuelas como desconcierto. "No es normal que se dé en tres días de junio un episodio de lluvia como este, de una intensidad inusitada", dijo el conselleiro de Medio Ambiente e Infraestructuras, Agustín Hernández, que se desplazó a la zona para comprobar los efectos del temporal.Conforme discurrieron las horas, el agua se fue encauzando, pero también dejó al descubierto los efectos de una climatología nunca recordada. A última hora de ayer permanecía activo un dispositivo de la Diputación con 91 operarios y 61 máquinas, para rellenar socavones y retirar árboles, mientras se van filtrando las bolsas de agua.

La acumulación de agua también obliga a los operarios del FEVE a trabajar a destajo. A última hora estaba prevista la recuperación del tramo entre Burela y Cangas de Foz, y desde el apeadero de Viveiro a Suances. Para hoy han quedado pendientes las obras entre Cangas de Foz y Nois y entre Madeiro y Burela, tras haber solventado los problemas que impidieron la circulación desde Viveiro hasta el apeadero de esta localidad.

El temporal también dejó sin clase a unos 700 alumnos de nueve colegios de A Mariña. El mayor problema se registró en Burela, donde no hubo actividad en los cuatro centros educativos por decisión del alcalde. El resto de ausencias, ocasionadas por dificultades en el transporte escolar, se localizaron en Viveiro, Xove y A Pontenova.

La voracidad de la lluvia también se llevó por delante un buen tramo de la red de abastecimiento de agua a parroquias del interior de Ribadeo, donde más de cien vecinos quedarán sin servicio seguramente hasta el lunes. "El problema es gordo, y la solución que teníamos prevista resultó imposible", lamentó el alcalde, Fernando Suárez. También en Barreiros hay problemas de abastecimiento, al no localizarse una fuga.

Apoyo de la Xunta

En el resto de A Mariña sigue la limpieza de bajos y sótanos donde el agua entró a borbotones y subió hasta dos metros por las paredes, embarrándolo todo. El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, cerró en Burela con una reunión de alcaldes de A Mariña la visita a la costa. La Xunta, según lo comprometido por Hernández, coordinará las tareas de emergencias, analizará las consecuencias producidas por el temporal y a partir de ahí trabajará con los ayuntamientos para restablecer la normalidad "en el menor tiempo posible".

Los alcaldes están a la espera de poder cuantificar todos los daños y se conforman, dicen, con que el Ejecutivo gallego "otorgue la nomenclatura que considere adecuada para canalizar ayudas hacia unas Administraciones locales que por sí solas no pueden afrontar todo esto".