La esencia de Goethe
El Fausto de Goethe -el Quijote de las letras germanas- no se traducía al castellano desde hace más de veinte años; ahora ve la luz esta novedosa y flamante versión firmada por la actual directora de los institutos Cervantes de Bremen y Hamburgo. Experta traductora de Heidegger y Hölderlin entre otros, la salmantina Helena Cortés presenta un magnífico trabajo en el que intenta reproducir la forma estética de la obra original, lo que consigue con largueza. Su versión se lee con sumo placer tanto por su musicalidad poética como por la pureza y actualidad de su lenguaje. El Fausto es una obra de extraordinaria riqueza estilística y que exige un trabajo de orfebre en la traducción -casi imposible- a otra lengua; la diversidad de registros literarios desplegados por Goethe, la enorme variedad de sus versos (más de 12.000) y formas poéticas, desde las clásicas hasta las más juguetonas y rebuscadas, lo convierten en un manual lírico sin parangón. La obra, tan extraña como fascinante, consta de dos partes ciertamente diferenciadas: en la primera, publicada en 1808, el erudito Fausto, secundado por Mefistófeles, el diablo con el que ha pactado vender su vida a cambio de hallar la felicidad, seduce a la inocente Margarita, en una historia típica y convencional, y la más leída y conocida. La segunda parte, en la que Goethe trabajó durante treinta años y que se publicó tras su muerte, poco tiene que ver con la anterior. Es lo más extravagante y descabellado jamás escrito en alemán. Imposible de representar en un teatro, se asemeja a una sucesión de raros sueños simbólicos, plagados de guiños filosóficos y herméticos que ponen a prueba la atención y la sorpresa del lector. El hombre Goethe y el artista se dieron aquí enteros, este fue su testamento vital; como Joyce hiciera con Ulises, también el autor de Werther legó a la humanidad esta obra genial para el desciframiento, el gozo estético y la reflexión. Gracias al generoso aparato crítico, traducido de una de las más importantes ediciones alemanas, el lector hispanohablante cuenta con el asesoramiento necesario para enfrentarse a este descomunal monumento literario sin ingenuidad, pues de lo contrario poco comprenderá del complejo universo goethiano. Muy oportuno como complemento o preámbulo a la lectura de Fausto es este ensayo del gran helenista francés Pierre Hadot sobre el vitalismo y el espiritualismo apasionado de Goethe. El vate alemán se interesó siempre por los misterios de la Naturaleza y por las honduras metafísicas de la existencia; seguidor de Spinoza, kantiano y epicúreo a la vez, fue poco amigo de la embrollada filosofía del idealismo alemán, y siguiendo a los griegos de la Edad Dorada y clásica buscó la claridad filosófica sin por ello olvidarse de vivir: concibió la existencia como un placer en sí misma a pesar de su dolor; un todo en perpetuo cambio del que el ser humano participa en indisoluble unidad.
Fausto. Una tragedia
Johann Wolfgang von Goethe
Edición bilingüe de Helena Cortés Gabaudán
Abada. Madrid, 2010
872 páginas. 43 euros
No te olvides de vivir. Goethe y la tradición de los ejercicios espirituales.
Pierre Hadot
Siruela. Madrid, 2010
176 páginas. 21,95 euros
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