Un secreto defensivo en el banquillo

A los menos iniciados en el baloncesto tal vez no les diga nada su nombre, pero no hay un entrenador asistente en la NBA con su cartel. Tom Thibodeau es el técnico que urde la estrategia defensiva de los Celtics de Boston, el que dijo dónde y cómo se debía frenar a jugadores del talento de Dwyane Wade o LeBron James o, lo que es lo mismo, a los Heat de Miami y los Cavaliers de Cleveland. El éxito acompañó su planteamiento y ahora, como en 2008, a Thibodeau se le pide un último servicio a la causa: reducir el caudal ofensivo de los Lakers de Los Ángeles, es decir, el de Kobe Bryant y Pau Gasol.

Un último servicio porque se trata de la final del torneo, igualada a un triunfo de momento, pero también porque Thibodeau ya tiene preparadas las maletas. Los Bulls de Chicago han apostado por él como entrenador jefe para las dos próximas temporadas, en las que percibirá unos 5,4 millones de euros, con otra opcional que elevaría su salario a los 8,3 millones. Los Hornets de Nueva Orleans y los Nets de Nueva Jersey también le pretendían. El anuncio de su fichaje por los Bulls no es todavía oficial porque ambas partes esperan a que concluya el duelo entre los Celtics y los Lakers.

Garnett: "Nos infunde pasión en el esfuerzo. Ve un montón de cosas en cada jugada"

Perkins: "Conoce su trabajo porque come, duerme y respira la defensa"

Thibodeau se ha ganado el respeto y la estima de los Celtics. El primer técnico, Doc Rivers, reacio a extenderse sobre un fichaje aún oficioso, afirma: "Se merece el puesto". Kevin Garnett, jugador fundamental para la defensa del cuadro de Boston, asegura: "Thibs nos infunde pasión en el esfuerzo defensivo. Es, sin duda, un gran estratega. Ve un montón de cosas en cada jugada y es un trabajador apasionado". "Tom conoce su trabajo porque come, duerme y respira la defensa", resume Kendrick Perkins.

Sustituirá Thibodeau en los Bulls a Vinny del Negro, destituido tras la temporada, en la que el equipo sumó 41 victorias, después de protagonizar un altercado con el director ejecutivo, John Paxson. La apuesta es arriesgada. Su único trabajo como máximo responsable fue en 1984 en el Salem State College durante un año. Fue jugador de ese conjunto y, según recuerdan algunos compañeros, la defensa no era su mejor cualidad, sino todo lo contrario. Se lesionó gravemente y a los 25 años empezó a entrenar. Después ejerció de ayudante técnico en Harvard para, acto seguido, entrar en la NBA, siempre como asistente.

Los Celtics fueron el quinto equipo que menos puntos recibió en la fase liguera del campeonato, con una media de 95,5 puntos, algo más de uno menos que los Lakers. En la fase final, esa media ha descendido a 92.

Thibodeau es un estudioso de los movimientos de cada jugador rival y de la manera como los suyos pueden frenarles, además de proponer las posiciones ideales para el rebote. "Tom nos cuenta lo que les rompe el ritmo y nosotros lo hacemos", revela Perkins.

Tras la final, Thibodeau pasará a dirigir un equipo, los Bulls, con un base all star como Derrick Rose y un pívot emergente como Joakim Noah. La franquicia de Chicago cuenta con margen salarial suficiente para intentar el fichaje de algunas de las grandes figuras que han quedado libres, como James, Wade, Chris Bosh o Joe Johnson. Pase lo que pase, los Bulls ya saben que una de sus consignas para la próxima temporada será la defensa, precisamente la clave del regreso de los Celtics a la disputa de las finales.