"¿Huelga?, la verdad es que ni me he enterado"

"¿Huelga?, la verdad es que ni me he enterado, comentaba ayer una trabajadora del centro de salud de la calle de Serrería de Valencia desde el mostrador de información. "Creo que no ha faltado nadie, pero lo que te puedo asegurar es que no ha venido ninguna persona a quejarse porque faltara su médico o haya tenido que esperar más de lo normal".

El aspecto de este centro de salud era de absoluta normalidad. Y no había ni una sola señal que indicara que ayer se había convocado un día de huelga de funcionarios públicos, entre los que se encuentran los más de 40.000 trabajadores que emplea la sanidad pública valenciana. Por no haber, en las paredes del centro sanitario no había ni un solo cartel a la vista que anunciara la jornada de protesta.

La Generalitat cifró el seguimiento de la protesta en el 3,7% por la mañana

El aspecto de la mayoría de los centros sanitarios era de normalidad

Según informó ayer la Generalitat, a través de la consejera portavoz y consejera de Justicia y Administraciones Públicas, Paula Sánchez de León, el sector de la sanidad fue, de todas las parcelas de la función pública, el que menos secundó la movilización en contra de la reducción salarial a los funcionarios establecida por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para combatir el déficit público. El paro en esta área apenas fue apoyado por el 3,75% de los trabajadores, de acuerdo con los datos oficiales transmitidos por el Consell por la mañana. Además, se ofrecieron datos parciales de las provincias de Valencia (3,99%) y Alicante (2,6%). Horas más tarde, incluida la información del turno de la tarde, la Generalitat modificó ligeramente a la baja este porcentaje hasta situarlo en el 3,55%.

Frente a esta tasa, los sindicatos apuntaron que el seguimiento de la huelga en sanidad fue del 73%, una cifra muy cercana al seguimiento general del 72% que adjudicaron a todos los sectores.

El caso del centro de salud de la calle de Serrería no fue una excepción. Otro de los grandes edificios de atención primaria en Valencia, el centro de salud de la calle de Guillem de Castro ofrecía una imagen similar al anterior. Ningún cartel alusivo a la protesta en el vestíbulo. Y las respuestas eran prácticamente idénticas entre el personal de información. "No estamos notando nada, es un día como cualquier otro", señalaba una trabajadora.

También en el hospital La Fe de Valencia, el trasiego de pacientes y personal sanitario a las puertas de los pabellones era muy parecido al de cualquier otro día. Y, de nuevo, a mediodía costaba mucho encontrar señales de que ayer se tratara de un día de huelga, ya fuera por la presencia de manifestantes o carteles. "Yo no hago huelga y se ha sumado poca gente; han pasado hace un rato los de los sindicatos y poco más", comentaba una profesional sanitaria a pocos metros del acceso principal de las urgencias. "Lo de los recortes deberían haberlo hecho hace dos años", apuntaba, "¡y te lo dice una que no es del PP!".