Salud redobla las inspecciones sobre el aceite por los fraudes

La Junta de Andalucía va a redoblar las inspecciones para evitar las alteraciones, adulteraciones o fraudes en la venta de aceite de oliva. La Consejería de Salud, a través de la Dirección General de Consumo, con la colaboración de la Dirección General de Industrias y Calidad Agroalimentaria de la Consejería de Agricultura, realizarán hasta finales de junio un centenar de controles en establecimientos de venta al público de Jaén y Córdoba, que son las mayores productoras de aceite.

Los controles van a incidir en el etiquetado y tomas de muestras, que serán analizadas en los laboratorios de la Consejería de Agricultura. Los inspectores comprobarán que se cumple la prohibición de comercializar productos a granel, se verificará que la capacidad de los envases almacenados y puestos a la venta se adapta a la normativa y que los precintos quedan inutilizados al abrir los envases. También se controlará la trazabilidad del producto en venta, que es la trayectoria que ha seguido en la cadena de suministros.

La Consejería de Agricultura analizará el producto en sus laboratorios

En el laboratorio de la Consejería de Agricultura se estudiarán las características químicas de los aceites, como es la acidez o el perfil de ácidos grasos. Además, se cotejará si el contenido de los envases se corresponde con el del producto anunciado en la etiqueta, ya que de lo contrario se incurre en un fraude. Los incumplimientos en el etiquetado pueden castigarse con multas de entre 200 y 5.000 euros por ser infracciones leves. En caso de que la categoría del aceite no coincida con la publicitada, la sanción podría oscilar entre los 5.001 y 30.000 euros al ser una actuación fraudulenta grave. En los dos últimos años, solo el 5% de las inspecciones dio como resultado algún tipo de irregularidad en materia de Consumo, por fraude en la clasificación de los aceites y por deficiencias en el etiquetado.

La Unión de Pequeños Agricultores presentará esta semana ante Consumo una denuncia contra Carrefour por haber vendido entre el 6 y el 22 de mayo en sus centros en Andalucía aceite de oliva virgen extra de la marca Gran Insignia, de Denominación de Origen (DO) Sierra Mágina; aunque según la analítica el aceite no era virgen extra, sino que de calidad virgen pertenecía a esa DO.