Familiares de discapacitados exigen más dotaciones en La Marina Alta
Se llama José. Tiene 24 años y es discapacitado psíquico. Su padre conduce cada día más de 100 kilómetros para llevarle a un centro especializado porque su comarca, La Marina Alta, está a la cola de la Comunidad Valenciana en recursos sociales para este colectivo. "Es muy duro, porque tienes toda tu vida condicionada con tanto viaje y nosotros aún hemos tenido suerte, ya que otras familias no han encontrado plaza en una residencia de Valencia o de Alicante y sus hijos deben quedarse en casa con una persona que los atienda", cuenta el padre de José.
La vida de su hijo ha estado marcada por esta lucha contra tantas carencias que las administraciones no han resuelto tras dos décadas de reivindicaciones. José no debió nacer en el lugar adecuado: además de carecer de un centro de día-residencia, único espacio al que los dependientes pueden acudir cuando concluyen la etapa escolar, la comarca tampoco dispone de un centro de atención primaria para niños de hasta seis años con problemas psíquicos. Y el único colegio para este colectivo, el Raquel Payà de Dénia, tiene barracones, todo un símbolo de la precariedad sanitaria para escolares que arrastran a menudo problemas de movilidad.
Después de reunirse con los grupos parlamentarios del PP y PSPV en las Cortes Valencianas y de entrevistarse con un ingente número de alcaldes y concejales sin lograr por ahora soluciones a tan larga lista de carencias, los familiares de discapacitados en La Marina Alta se han alzado en pie de guerra y han programado un calendario de movilizaciones. Han presentado mociones en los ayuntamientos y el 11 de junio se manifestarán en Dénia.
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